"Debemos pasar del hábito de 'usar y tirar' hasta otro mucho más sostenible de 'usar y recuperar'"

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  • "Debemos pasar hábito 'usar y tirar' otro mucho más sostenible 'usar y recuperar'"
    Rafael Mujeriego, presidente de ASERSA. (Imagen: Pablo González-Cebrián/iAgua)

El Consejo de Ministros aprobó a principios del mes de junio la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC), así como el anteproyecto de Ley de Residuos, que pretende dar una solución al volumen creciente de residuos y reducir el consumo de plásticos. Este anteproyecto incluye además otra medida que ha suscitado diferencia de opiniones entre el sector del agua y el sector de la hostelería: la obligación de ofrecer agua del grifo gratis en los establecimientos.

Hablamos con Rafael Mujeriego, presidente de ASERSA, para conocer su opinión acerca de la nueva normativa.

Pregunta: El Gobierno ha aprobado recientemente la Estrategia Española de Economía Circular y el anteproyecto de ley de Residuos, ¿qué destacaría de este anteproyecto?

Respuesta: El texto normativo es en sí mismo un gran paso adelante en nuestra forma de utilizar los recursos naturales invertidos en tantos y tantos productos que utilizamos para mejorar nuestra calidad de vida y asegurar la calidad de nuestros alimentos. El texto hace referencia a la intención de convertir el espacio europeo en una “sociedad del reciclado”. Quizás convendría incluso complementar esa designación por otra más humanizada y comprometedora como la de una “cultura del reciclado”, entendida como “los modos de vida y costumbres” aplicados al uso de los recursos.

Porque en realidad será básicamente a través de la adopción de nuevas actitudes y comportamientos, enmarcados por normas como la que estamos comentando, como podremos modificar nuestras formas cotidianas de hacer, pasando del hábito convencional de “usar y tirar” hasta otro mucho más sostenible de “usar y recuperar”. El texto normativo debería dedicar una atención mucho más amplia a las actividades dedicadas a informar, motivar, educar, reforzar, reconocer y recompensar a los consumidores y, en definitiva, a todos los generadores de residuos, durante el proceso de cambio cultural hacia una gestión sostenible de los recursos.

A los objetivos de proteger y defender el medioambiente habría que sumar otros más motivadores como los de mejorarlo y cuidarlo

El proyecto de ley menciona los objetivos de “proteger y defender el medio ambiente”, a los que habrían de añadirse otros más motivadores como los de “mejorar y cuidar” el medio ambiente, asegurando por todos los medios posibles la “complicidad” de la ciudadanía, cuya participación será en último término la clave del éxito de estas políticas ambientales. El reconocimiento sistemático y continuo de los ciudadanos responsables, mostrándoles públicamente como modelos de referencia social (estratificados en sectores sociales como niños, jóvenes, adultos), la información amplia, rigurosa y disponible de las obligaciones y los logros conseguidos, junto con una presión normativa eficaz sobre los ciudadanos que ignoran esas normas permitirán avanzar hacia una gestión de los recursos mucho más sostenible y una mayores cotas de calidad de vida y ambiental. Todas esas y muchas otras medidas incentivadoras del cambio cultural harán que las numerosas opciones de recogida selectiva disponibles, y las que se implanten en nuestras ciudades y pueblos en el futuro, alcancen unas mayores cotas de recuperación y reciclado, además de reducir la generación de residuos en primer lugar.

Por último, la complicidad de la ciudadanía mejorará notablemente mediante un acceso transparente a la información (básica o elaborada) disponible en las entidades públicas, mediante un sencillo código de seguridad como Clave Pin; o el DNI electrónico, evitando tener que hacer solicitudes de acceso.

P.- Este anteproyecto establece además las bases para avanzar hacia un nuevo modelo de producción y consumo sostenible. ¿Por qué es importante establecer objetivos ambiciosos en relación a la Economía Circular?

R.- Porque sencillamente es el marco de referencia preferente u obligado en el que hemos de llevar a cabo la gestión de los limitados recursos naturales disponibles, en un contexto social como el español, el europeo y el planetario, en pleno crecimiento demográfico y con demandas crecientes de recursos para su desarrollo. Es esencial considerar los objetivos de la norma como un punto de partida, en lugar de un punto de llegada, en razón de la notable y prolongada desconsideración con la que hemos venido tratando al medio ambiente, la evidencia de los efectos desfavorables que eso ha causado y está causando sobre las poblaciones y el medio natural, y la conveniencia de aplicar modelos de gestión más eficientes sobre los recursos que necesitamos para nuestra vida y desarrollo.

Finalmente, porque es un deber aplicar y respetar las normativas aprobadas por las instituciones de la UE, en cuanto miembros de ella que somos. Una actitud de liderazgo en la consecución de esos objetivos tan deseables para todos requerirá sin duda un gran esfuerzo por parte de los productores y los usuarios de esos potenciales residuos, así como de los responsables de su recuperación y reutilización. La desconsideración de las nuevas formas de hacer que se proponen nos llevaría hacia unos modelos de vida y de desarrollo insostenibles, calificación mucho más comprensible desde nuestra perspectiva cultural actual.

P.- Con el objeto de reducir el consumo de envases y fomentar el consumo de agua del grifo, los establecimientos hosteleros tendrán que ofrecer a los clientes la posibilidad de consumir agua no envasada de manera gratuita. ¿Qué opinión le merece esto?

R.- Es un reconocimiento del papel trascendental que el servicio público de abastecimiento de agua potable ha tenido en la protección de la salud pública y el desarrollo social desde principios del siglo XX. En un momento histórico de enorme interés por la distribución de bienes, en que uno de los mayores aprecios sociales se centra en la capacidad de los distribuidores logísticos de resolver el reto de “el último kilómetro” hasta el consumidor, el servicio de abastecimiento de agua puede sentirse orgulloso de haber resuelto ese reto logístico de manera fiable y económica, llevándonos agua potable “hasta la cocina”, sin necesidad de que el usuario deba atender su recepción y sobre todo sin que la entrega comporte el uso de empaquetados o recipientes: agua potable segura, a granel, todas las horas del día y todos los día del año, y a un precio incomparable con el de cualquier otro alimento esencial.

El ofrecimiento de agua potable gratuita en restaurantes ya es una práctica cotidiana en estados europeos y americanos

Es lógico que el cambio propuesto represente un reto para el sector de la comercialización del agua embotellada, aunque sea un reto de adaptación obligada para el que el sector encontrará sin duda alternativas, como las que ya se aplican a otras bebidas ofrecidas a granel en establecimientos comerciales. El ofrecimiento de agua potable gratuita en restaurantes ya es una práctica cotidiana en estados europeos y americanos. El papel esencial del agua de bebida será sin duda una motivación suficiente para que el sector se “reinvente” dentro de la cultura del reciclado y la sostenibilidad, ofreciendo soluciones atractivas, competitivas y adaptadas a las nuevas realidades sociales y ambientales.

Esas mejoras afectarán incluso al sector del abastecimiento público convencional, en determinadas instalaciones centralizadas de potabilización, con objeto de mejorar la calidad organoléptica y mineral del agua potable suministrada, especialmente relativas al sabor aportado por circunstancias hidrográficas locales, y también al sector de los tratamientos aplicados en los puntos de uso del agua, antes de ofrecerla al consumidor.

P.- ¿Cómo cree que afectarán estas nuevas normas a sectores como la hostelería o el turismo?

R.- El sector de la hostelería y el turismo español ha dado unas muestras excepcionales de adaptación a las necesidades de los consumidores, desde que iniciamos nuestra vocación turística en los años 1960. Nunca hemos estado más capacitados y dispuestos que en estos momentos para atender las expectativas de seguridad sanitaria y ambiental que albergan los millones de visitantes que llegan a España cada año. Es una tarea que el sector ha de afrontar y sin duda resolver de forma innovadora y eficaz.

Es una dimensión esencial de la oferta del sector de la hostelería y el turismo, tanto de origen nacional como internacional, junto a la herencia cultural, el clima, la geografía y la gastronomía, entre otras. Convendrá incorporar los logros así conseguidos entre las facetas destacadas de la nueva “oferta turística”, una oferta de turismo sostenible. Por otra parte, el saber hacer que esas iniciativas aportarán al sector deberán pasar a formar parte del abanico de servicios que nuestros promotores y planificadores turísticos lleven consigo cuando respondan a peticiones profesionales realizadas desde otros países y regiones.

Habrá de ser un distintivo práctico de calidad de nuestro sector hostelero y turístico, que los usuarios nacionales e internacionales sabrán apreciar y querrán disfrutar.

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