Con el objetivo de abordar de forma coordinada y global la problemática de la contaminación por plásticos, ocho países de América Latina se han unido para desarrollar conjuntamente el Plan de Acción de Basura Marina para el Pacífico Nordeste 2022-2026, mediante una propuesta eficaz y sostenible en el tiempo.
Los países que integran la iniciativa son México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Colombia.
Los océanos se han convertido en inmensos depósitos de desechos plásticos. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 80% de la basura marina proviene de fuentes terrestres, principalmente por plásticos asociados a empaques de alimentos y bebidas.
La producción y el diseño de productos con alto contenido de plástico innecesario o de un solo uso, el consumo acelerado y un manejo ineficiente de los residuos son algunas de las causas de esta epidemia plástica, la cual produce impactos negativos en los ecosistemas, las economías y el bienestar humano.
El plan, elaborado conjuntamente por representantes de las autoridades nacionales pertinentes de los ocho países de esta subregión, con el apoyo de la agencia de la ONU, como parte de la labor de la Alianza Mundial sobre la Basura Marina, y la Fundación MarViva, analiza la situación actual de la basura marina en la región, identifica las brechas y oportunidades de mejora y genera recomendaciones en torno a la prevención, la reducción y la gestión adecuada de los residuos marinos.
“A pesar de que los océanos son esenciales para el equilibrio del planeta, los ecosistemas costeros son cada vez más vulnerables como consecuencia de las actividades humanas, principalmente las terrestres que son origen del 80% de la basura marina. Se trata de un problema global y, por lo tanto, la única forma de abordarlo es con soluciones coordinadas y de gran alcance”, destacó Jorge Jiménez, director general de Fundación MarViva.
Responsabilizar a los contaminadores
Aumentar la información, monitorear, fortalecer la vigilancia del cumplimiento de la normativa, sensibilizar a la población y responsabilizar al productor de sus propios residuos son algunas de las oportunidades prioritarias identificadas en el Plan.
“Este plan reúne los esfuerzos de múltiples actores para trabajar en favor de la prevención de la contaminación por plásticos, y la conservación de nuestros océanos, como recurso mundial esencial para asegurarles un futuro sostenible a las próximas generaciones, contribuyendo de forma integral a lograr los compromisos establecidos en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por las Naciones Unidas”, manifestó Jacqueline Álvarez, representante regional del PNUMA en América Latina y el Caribe.
Precisamente, en esta región se generan diariamente 17.000 toneladas de residuos plásticos, de las cuales el 30 % aún se dispone en basureros a cielo abierto, afectando a más de 40 millones de personas.
Cortesía de Burwigan/Leygh Allison. Niña guna particpante en el proyecto Burwigan descansa tras ayudar a recoger los plásticos en Playón Chico, Panamá.
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