Mares Limpios, la mayor alianza mundial contra la contaminación por plásticos desde hace 2 años

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La Organización de las Naciones Unidas es una organización internacional formada por 193 países independientes. 

Las islas Galápagos nos ofrecen un terrible recordatorio del poder destructivo de nuestra adicción al plástico. Especies icónicas luchan contra la basura un paisaje natural remoto que durante tanto tiempo fue sinónimo de pureza.

Pero las famosas islas de Ecuador también ofrecen el testimonio de lo que se puede lograr cuando la indignación se canaliza hacia acciones positivas. Este es el principio central de la campaña Mares Limpios de ONU Medio Ambiente, que ha promovido el impulso de las comunidades contra la contaminación por plásticos desde su lanzamiento, en febrero de 2017.

Hasta la fecha, 57 países se han unido, desde Argentina hasta Yemen, y han prometido reducir los plásticos de un solo uso, proteger las aguas nacionales y fomentar el reciclaje. La campaña ahora representa la mayor alianza mundial para combatir la contaminación por plástico en los mares.

No solo gobiernos se han incorporado. La realidad es que se ha producido un despertar mundial respecto al plástico y se está extendiendo. Se han unido desde compradores que rechazan productos de plástico, hasta influenciadores de Internet que inspiran a otros a compartir sus estilos de vida libre de desperdicios.

Más de 100.000 personas han firmado el compromiso de la campaña Mares Limpios para reducir su huella plástica, y muchos más usan los hashtags #MaresLimpios y #SinContaminación por plásticos, en Twitter e Instagram, para instar a otros a seguir su ejemplo y erradicar los plásticos de un solo uso en sus vidas.

Hasta la fecha, 57 países se han unido y han prometido reducir los plásticos de un solo uso

América Latina y el Caribe ha estado a la vanguardia de este movimiento global, y Ecuador se encuentra entre los 17 países de la región que se han unido a la campaña Mares Limpios.

"Los países y ciudadanos de América Latina y el Caribe están tomando medidas audaces y ejemplares para combatir la contaminación por plásticos y proteger sus valiosos recursos marinos", dijo Leo Heileman, director regional de ONU Medio Ambiente en América Latina y el Caribe.

“Los gobiernos están regulando los plásticos de un solo uso al aprobar varias prohibiciones y los ciudadanos están tomando medidas a través de limpiezas y campañas masivas. Pero necesitamos más esfuerzos de la industria para encontrar alternativas innovadoras al plástico”, dijo Heileman.

Para las especies endémicas de las islas Galápagos, a 1.000 kilómetros de la costa de Ecuador, esta es una cuestión de vida o muerte.

"Hemos visto pelícanos, iguanas y lobos marinos atrapados en bolsas de plástico, redes y cuerdas", dijo Jorge Carrión, director del Parque Nacional Galápagos. "Cuando el plástico se descompone en microplásticos, puede entrar en la cadena alimentaria: los peces lo comen y los humanos podrían verse afectados", añadió.

Las autoridades de la isla han introducido leyes para prohibir artículos de plástico de un solo uso, como pajitas y bolsas. Voluntarios y pescadores han ayudado a limpiar playas remotas mientras se han reforzado los servicios de gestión de residuos.

Gran parte de los residuos que se acumulan en las Galápagos provienen de otros países, lo que demuestra la necesidad de un empuje global contra el plástico desechable.

En el otro lado del mundo, la India se unió a la campaña Mares Limpios cuando organizó el Día Mundial del Medio Ambiente en junio de 2018 y se comprometió a eliminar todos los plásticos de un solo uso para el año 2022, un cambio transcendental para un país de alrededor de 1.300 millones de personas.

Otro pionero del plástico es Kenia, que se unió a la campaña en diciembre de 2017 y también impuso una de las prohibiciones de bolsas de plástico más duras del mundo.

Otros compromisos notables de la campaña Mares Limpios incluyen:

  • Nigeria, el país más poblado de África y uno de los 10 principales emisores de residuos plásticos del mundo, se ha comprometido a abrir 26 grandes plantas de reciclaje de plástico.
  • Suecia prometió aproximadamente US$ 1 millón en apoyo al trabajo de ONU Medio Ambiente en materia de plástico marino.
  • Vanuatu, que se unió a la campaña el año pasado, se convirtió en el primer país del mundo en prohibir las pajitas de plástico en mayo.
  • Panamá prohibió las bolsas de polietileno a principios de 2018.
  • Costa Rica ha adoptado una estrategia nacional para reducir drásticamente el uso de plásticos desechables para 2021.
  • Belice, Bahamas, Bermudas y Jamaica han aprobado o están redactando leyes para erradicar los plásticos de un solo uso.
  • En mayo pasado, Chile se convirtió en el primer país sudamericano en aprobar una prohibición nacional de bolsas plásticas de un solo uso. La prohibición entró en vigor este año en los grandes almacenes de compra.
  • Australia, que se unió en octubre a Mares Limpios, prometió que 100% de sus empaques serán reutilizables, compostables o reciclables para el 2025 y el empaque innecesario de un solo uso se eliminará gradualmente mediante el diseño, la innovación o la introducción de alternativas.
  • Brasil, miembro de la campaña desde septiembre de 2017, está trabajando con ONU Medio Ambiente y sus socios en un Plan de Acción Nacional sobre basura marina. En noviembre pasado, se lanzó una consulta pública sobre este tema.

Las autoridades nacionales no son las únicas que muestran liderazgo. En agosto, la ciudad de Tijuana en México se convirtió en la primera ciudad mexicana en la frontera con los Estados Unidos en aprobar la prohibición de las bolsas de plástico desechables. Varios estados y ciudades de México, incluido Querétaro, también han prohibido las bolsas de plástico.

ONU Medio Ambiente ha aprovechado el poder de las redes sociales para alentar las acciones contra el plástico

Los individuos también pueden hacer una diferencia: en Kenia, empresarios y voluntarios construyeron un tradicional bote tipo “dhow” a partir de plástico reciclado y sandalias para ilustrar dramáticamente el desperdicio que implica desechar el plástico. El extravagante Flipflopi partió de la isla de Lamu en enero y navegó a Zanzíbar, parando en pueblos y ciudades en su camino para difundir una "revolución plástica".

ONU Medio Ambiente ha aprovechado el poder de las redes sociales para alentar tales acciones. En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el año pasado, impulsó a las personas a unirse a un juego global y compartir los artículos de plástico a los que estaban dispuestos a renunciar junto a la etiqueta #SinContaminación por plásticos.

Para ampliar esta conversación digital, el año pasado ONU Medio Ambiente lanzó un cortometraje en el Día de San Valentín instando a los espectadores a "romper" con el plástico, por ejemplo, utilizando botellas de agua recargables y llevando consigo bolsas reutilizables. El video fue visto alrededor de 3,4 millones de veces. Una nueva película de seguimiento se produjo en diciembre y tuvo 5 millones de visitas.

La campaña Mares Limpios también lanzó un reto de “regreso a la escuela" junto con el estudio de animación alemán Kurzgesagt para alentar a las escuelas y grupos de jóvenes a encontrar formas creativas de reducir o eliminar los plásticos de un solo uso. Kurzgesagt produjo un vídeo que compara el problema ambiental del plástico con la leyenda del Rey Midas, quien aprendió a lamentar su poder para convertir en oro todo lo que tocaba.

El mundo del deporte ha adoptado la campaña Mares Limpios y ha convertido una gran cantidad de eventos en convocatorias de acción. En enero, la carrera de Xiamen en China se convirtió en la primera maratón internacional en unirse a la campaña, y los organizadores se comprometieron a reducir los desechos de plástico en 60%.

Los organizadores de la ruda Volvo Ocean Race 2017/18 redujeron el uso de plástico en los puertos de la regata en 12 ciudades de los seis continentes, trabajando con proveedores y empresas locales para reciclar cualquier material utilizado. Gracias a puntos de llenado de agua, se evitó alrededor de 388.000 botellas de plástico de un solo uso y unas 20.000 personas firmaron el compromiso Mares Limpios.

Mientras tanto, el joven equipo del velero “Turn the Tide on Plastic” (Cambia la marea del plástico) llevó en alto el mensaje de Mares Limpios mientras competía en esta carrera alrededor del mundo. Liderados por la británica Dee Caffari, también recolectaron datos en lugares remotos del océano y midieron, entre otras cosas, niveles de contaminación por microplásticos.

La campaña Mares Limpios ha provocado una revolución global en la forma en que vemos y usamos el plástico

En agosto del año pasado, el nadador de resistencia Lewis Pugh completó su épico nado a lo largo del Canal de la Mancha para crear conciencia sobre la necesidad de hacer más para proteger nuestros océanos de amenazas como la contaminación plástica, la pesca excesiva y el cambio climático.

Las empresas también tienen un papel que desempeñar, particularmente en liderar las principales medidas hacia la circularidad de la economía para evite el antiguo modelo de “tomar-hacer-botar”. El creciente reclamo del público por prácticas más sostenibles ya no puede ser ignorada y la razón económica para la inacción es vista cada vez como falsa.

Para los innovadores que buscan alternativas al plástico o las grandes corporaciones comprometidas a hacer que sus envases sean más fáciles de reciclar, el único límite es la imaginación. Algunas de estas ideas innovadoras serán discutidas en la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Kenia en marzo. El lema para esa reunión es “Piensa en el Planeta. Vive Simple”.

La campaña Mares Limpios ha provocado una revolución global en la forma en que vemos y usamos el plástico. Pero queda mucho por hacer y el tiempo no está de nuestro lado. No existe una solución mágica para este desafío ambiental y la contaminación por plásticos no puede ser ser neutralizada por un solo sector de la sociedad o un solo país.

Para Jorge Carrión, director del Parque Nacional Galápagos, nuestro gigantesco problema con el plástico requiere de la acción de todos.

“Muchas veces culpamos a las empresas y no asumimos nuestra responsabilidad personal. Las campañas (como Mares Limpios) son importantes para sensibilizar a las personas, (…) pero es necesario que también se haga conciencia en los tomadores de decisiones, para adoptar políticas seccionales, regionales y de mayor alcance”, dijo Carrión.

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