La contaminación en alimentos no solo se presenta por hongos sino que también puede ser en forma de radiación dañina para los seres humanos. Este es el tema de una de las investigaciones del doctor Epifanio Cruz Zaragoza, del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), misma que busca mejorar las condiciones y salubridad en los alimentos consumidos por los mexicanos. Esta investigación data de hace más de una década y continúa actualmente.
Radiación en México
En el universo existen muchos tipos de radiación que es energía proveniente de un cuerpo y puede ser no ionizante, como la ultravioleta, o ionizante. Esta última es radiación con la energía suficiente para arrancar electrones de los átomos y moléculas que componen la materia mediante fenómenos físicos. “La materia puede ser desde seres humanos hasta árboles, hojas, el ADN de las plantas, y podemos cambiarlos rompiendo sus moléculas con radiación dando un efecto bueno o malo según sus aplicaciones”, explicó el investigador del ICN.
Hoy día es importante estudiar los alimentos ionizados por radiación tanto para preservarlos como para esterilizarlos o analizar si fueron contaminados. “Desde 1944 con la primera bomba atómica lanzada en Los Álamos en Estados Unidos, hay presencia radioactiva que es contaminante para México y que llega al país por diferentes medios como agua, aire y tierra, pues los eventos meteorológicos homogeneizan el ambiente del continente americano; aun cuando México no dispone de armas atómicas, su suelo está contaminado”, agregó el doctor Epifanio Cruz.
Hay alimentos cosechados en México en los que se han detectado cantidades considerables de contaminantes de radiación ionizante
Se ha encontrado Cesio-137 en suelo y presas mexicanas, que es principalmente proveniente de la contaminación por bombas atómicas probadas por Estados Unidos. El río Bravo también arrastra con grandes cantidades de químicos venenosos, tóxicos y hasta contaminantes radioactivos por centrales atómicas cercanas a este, siendo los vertederos los causantes de la dispersión de la contaminación por absorción de los materiales como la tierra y concreto, materiales porosos y que pueden permitir el paso de estos elementos.
“El suelo mexicano está contaminado, es una de las cosas nuevas que hemos descubierto. Hay presas de agua y estados en el país que están más contaminados, por ejemplo los del norte. Curiosamente no hay programas dedicados a estudiar y controlar la presencia de contaminantes y su concentración. Hacia el sur hay menos contaminantes pero se explica por la afluencia de los mantos acuíferos”, añadió.
Contaminación alimentaria
Hay alimentos cosechados en México en los que se han detectado cantidades considerables de contaminantes de radiación ionizante, como lo son algunas especias comunes como perejil, ajonjolí, nuez, nuez moscada, orégano entero, cebolla molida, chile piquín, canela entera o en polvo. “México tiene una gran cantidad de productos que pueden fácilmente competir en el mercado internacional”, dijo.
La posibilidad de incrementar en México un campo de comercio y exportación de estos alimentos es latente; sin embargo, existen problemas como la falta de inversión de tecnología de punta en los métodos de sanitización que detiene este proceso.
El uso de cantidades precisas de radiación en estos alimentos tiene la capacidad de eliminar ciertos problemas y sanitizar las hierbas, limpiar de insectos que pueden tener las especias y condimentos pero siempre usando radiación a dosis muy bajas con un irradiador tal como el que se tiene en el ICN. Aquí estos productos entran a una cámara de irradiación en la cual se colocan muestras de investigación detrás de barras de fuentes de radiación que emiten esta en forma de luz usando Cobalto-60, un isótopo radioactivo artificial.
En este laboratorio se pueden colocar especias como pimienta, pimienta negra, albahaca, cebollín o diversas de estas muestras comerciales que cuando se esterilizan a dosis bajas no pierden sus propiedades nutrientes, y luego son embotelladas y mandadas a comercializar. Ya existen proveedores que realizan este proceso en el ICN.
Muchas de las especias vendidas en México ya vienen irradiadas desde origen, provienen de Sudamérica, Estados Unidos, China, España, Italia y Francia. Sin embargo, en el caso de productos nacionales, en México el control de leyes y reglamentación menciona que solo basta con mostrar un documento que avale que viene de origen sanitizado sin un control tecnológico.
Es por eso que en el ICN se desarrolló un método que logró, en conjunto con un grupo de Inglaterra, sanitizar cualquiera de las muestras de especias como pimentón rojo, chile guajillo, pimienta molida, orégano. Se toma con una cuchara la mercancía importada o nacional y se coloca en soportes de plástico por separado dentro de un equipo de luminiscencia fotoestimulada para la detección de alimentos que, al colocarse dentro, tiene un sensor con un tubo que ilumina la muestra, en una base con leds anclados con un tubo multiplicador para contar el número de fotones. “Se excita la muestra y cuando se excita con luz infrarroja con una frecuencia de onda muy alta entonces emitirá una señal y será registrado en la computadora e indicará que fue irradiado”, describió.
De igual forma funciona con otro equipo detector con la capacidad de descifrar si pasó un año desde que fue irradiado, pues indicará que la señal será muy baja, este puede señalar hasta tres años pasados la irradiación. Estos sistemas son muy directos y pueden analizar muestras enteras de la industria para hacer detección de dosis muy bajas o de mucho tiempo, aunque para eso se debe usar luminiscencia por calor.
Esto es una aplicación directa de cómo detectar alimentos irradiados o no. Este dispositivo permite conocer de forma negativa o positiva su estado de irradiación; sin embargo, al no poder definir la respuesta, la muestra es irradiada a una dosis conocida para restar luego la cantidad y conocer un conteo definido, tratándose de un irradiador adquirido con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Este irradiador es nuevo y ha sido instalado.
Este método es prometedor en los métodos de sanitización en México y el equipo del doctor Epifanio Cruz Zaragoza, del ICN, espera que sea aplicado en los sectores públicos y de comercio para mejorar la calidad de vida y salud en los habitantes de todo el país, contribuyendo así en los esfuerzos por disminuir los niveles de contaminación por radiación.
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