¿Podemos diseñar envases sostenibles con el medio ambiente?

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  • ¿Podemos diseñar envases sostenibles medio ambiente?
  •  Se trata de un proyecto europeo financiado por el programa Horizonte 2020, y coordinado por el CSIC, en el que participan 21 socios pertenecientes a 11 países miembros, entre los que se encuentra la Universidad Jaume I de Castellón.
  •  Con una duración de tres años, arrancó el 1 de noviembre de 2017, siendo su principal objetivo lograr un envase plástico, totalmente biodegradable y compostable, fabricado a partir de bacterias obtenidas de subproductos de la industria alimentaria.
  •  Enmarcado en la Estrategia Europea de Economía Circular, sus resultados serán probados y validados en productos frescos tales como carnes, frutas, verduras y pasta fresca, que son precisamente algunos de los mayores generadores de desperdicio alimentario.

Sobre la Entidad

Universitat Jaume I de Castellón
La Universidad Jaime I es una universidad pública de enseñanza superior e investigación ubicada en la ciudad de Castellón de la Plana.

Lograr envases y embalajes que preserven las propiedades de la comida, que sean respetuosos con el medio ambiente y que, además, contribuyan a disminuir el desperdicio alimentario, constituye  uno de las grandes retos en materia de desarrollo e innovación. Y en este escenario nace precisamente el proyecto europeo YPACK, que coordina el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), contando igualmente con la participación de la Universidad Jaume I de Castellón (UJI), a través de su Grupo de Polímeros y Materiales Avanzados.

Financiado por el programa Horizonte 2020, esta iniciativa se centra en la investigación de envases biodegradables que permitan reducir las emisiones de efecto invernadero, evitando al mismo tiempo los problemas de contaminación inherentes a los residuos plásticos cuando éstos no son gestionados de forma adecuada.

Con una duración de tres años, el proyecto arrancó el 1 de noviembre de 2017 y está conformado por un consorcio de 21 socios pertenecientes a 11 países miembros de la Unión Europea, integrándose en el mismo investigadores y desarrolladores de materias primas, fabricantes de envases, minoristas y productores de alimentos, entre otros.

La pretensión es lograr un envase 100% sostenible, toda vez que estará fabricado “con un tipo de plástico que no se produce con derivados del petróleo, sino con bacterias, obtenidos de subproductos de la industria alimentaria, como el suero lácteo o el desecho del proceso de prensado de frutas para zumos”. Así lo manifestó Luis Cabedo, profesor de Ciencia de los Materiales del Departamento de Ingeniería de Sistemas Industriales y Diseño de la UJI. Se trata, por tanto, de una solución de envasado de alimentos basada en el uso de polihidroxialcanoats (PHA), siendo totalmente renovable, compostable y biodegradable.

Con este proyecto se pretende cerrar el círculo de recuperación de los materiales, ya que las soluciones propuestas en el marco del mismo se orientan a mantener o alargar la vida útil de los productos y minimizar el desperdicio alimentario, así como la huella ecológica de los envases, pero teniendo en cuenta las tendencias del mercado, es decir, las preferencias de los consumidores y necesidades del mercado, haciendo que coincidan con las nuevas regulaciones de la Unión Europea y los avances en materiales de empaque.

Los resultados serán probados y validados en productos frescos tales como carnes, frutas, verduras y pasta fresca, que son precisamente algunos de los mayores generadores de desperdicio alimentario.

En plena sintonía con la economía circular

Dadas sus características, YPACK se encuentra en perfecta sintonía con la Estrategia Europea de Economía Circular, que contempla el uso de subproductos de la industria alimentaria sin procesar, estudios de análisis de ciclo de vida (ACV) y reciclado y biodegradabilidad de los envases.

Asimismo, señalar que el grupo, dirigido por el profesor Luis Cabedo, recibió una ayuda de la Fundación Dávalos de Castellón para una investigación orientada hacia el desarrollo de materiales con los que fabricar productos plásticos desechables de carácter biodegradable y de origen renovable. Es el caso de vasos, platos, pajitas o cubertería. La financiación se destinará a sufragar el estudio necesario para desarrollar una composición adecuada y evaluar su biodegradación en condiciones de compostaje y en el medio marino de la provincia de Castellón.

Cabe recordar que, ante el incesante incremento de basura en el mar, conformada mayoritariamente por plásticos, la Comisión Europea, en el marco de la Estrategia Europea sobre Plástico, propuso el pasado mes de mayo nuevas normas con las que pretende reducir el impacto de los diez plásticos de un solo uso que, con mayor frecuencia, se encuentran en playas y mares, y que aglutinan el 70% de todos los residuos marinos, así como de las artes de pesca perdidas y abandonadas. Con tal fin, se prohibirá la comercialización de productos plásticos de un solo uso para los cuales haya alternativas viables, asequibles y más limpias. Es el caso de los bastoncillos de algodón, los cubiertos, los platos, las pajitas, los agitadores de bebidas y los palitos de globos de plásticos.

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