En el marco de la campaña “Comer sí, tirarno”, promovida por Sogama y la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, el concello pontevedrés de Baiona se ha sumado a la misma para contribuir a reducir la cantidad de comida que diariamente acaba arrojada al cubo de la basura en los hogares.
Con tal fin, el Museo de la Navegación municipal acogerá a las 19:00 horas, una charla informativa y formativa, orientada a las asociaciones vecinales de la localidad, que impartirán técnicos al servicio de la empresa pública para dar a conocer las dimensiones de un problema, el desperdicio alimentario, con nocivas consecuencias ambientales, económicas, sociales y mismo morales, toda vez que ingentes cantidades de comida acaban convertidas en residuos mientras millones de personas se mueren de hambre cada día en el mundo.
De esta forma, los monitores realizarán un análisis preliminar de este fenómeno a través del cual darán a conocer datos de gran interés. Por ejemplo, que un tercio de los alimentos que se producen en el mundo acaban desperdiciados, cantidad con la que se podría nutrir a 2.000 millones de personas, o que, si el desperdicio alimentario fuese un país, se posicionaría como el tercer mayor emisor de GEI (Gases de Efecto Invernadero), tras Estados Unidos y China.
En este contexto, se prestará especial atención al hogar, ya que contribuye al desperdicio alimentario con un 42%, siendo los comestibles más desechados las frutas, las verduras y el pan fresco, con la particularidad de que el 80% de la comida desperdiciada se tira a la basura tal cual se ha comprado.
Buenas prácticas en el hogar
Tras profundizar en esta situación de partida, los educadores ofrecerán a los asistentes una serie de recomendaciones para minimizar la cantidad de alimentos desperdiciados.
El encuentro concluirá con un repaso a la gestión sostenible de los residuos urbanos, concretando los pasos a seguir para hacer posible la reducción, la reutilización y el reciclaje
En este sentido, pondrán el acento en el consumo responsable, resultando prioritario planificar un menú semanal y elaborar una lista de la compra adecuada al mismo. Comprobar el estado de la despensa y la nevera se torna indispensable para reordenar productos y colocar en primera línea los que estén en riesgo de perderse. Importante también es saber diferenciar entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. La primera se refiere al momento a partir del cual un alimento puede suponer un riesgo para la salud; la segunda, al momento a partir del cual un alimento puede perder cualidades, es decir, textura, olor, sabor, pero sin representar problema alguno para la salud.
Se incidirá igualmente en las bondades de los alimentos “feos”, pues tienen las mismas características nutricionales que los guapos. Las manzanas brillantes, inmaculadas y perfectamente presentadas o las zanahorias con formas perfectas no tienen mayor valor alimenticio que otras con pequeñas deformidades o con colores menos atractivos a la vista. La estética de los productos no debe erigirse en una prioridad durante el proceso de elección.
Asimismo, se debe dar preferencia a los productos locales y de temporada, propiciando de esta forma el empleo local y la disminución de las emisiones de CO2 derivadas del transporte a largas distancias, y descartar el viejo dicho de “más vale que sobre a que falte”.
En este sentido, se hará hincapié en la necesidad de ajustar las raciones al número de comensales, ofreciendo distintas salidas para las sobras: congelarlas, elaborar nuevas recetas gastronómicas o repartirlas entre los invitados. Mismo criterio debe seguirse en los restaurantes. En muchas ocasiones, las raciones son desproporcionadamente grandes, por lo que debe superarse el pudor inherente a estas situaciones y reclamar esos restos que van incluidos en el menú y en el precio.
Donar comida en buen estado a los bancos de alimentos constituye otra buena opción y, para los restos orgánicos no comestibles, el compostaje doméstico representa una magnífica alternativa al permitir su transformación en un abono de alta calidad que actúa como fertilizante natural, en sustitución de los artificiales.
El encuentro concluirá con un repaso a la gestión sostenible de los residuos urbanos, concretando los pasos a seguir para hacer posible la reducción, la reutilización y el reciclaje. En este sentido, se solventarán las dudas que los asistentes puedan tener respecto al contenedor de destino de los diferentes residuos generados en el hogar y se incidirá en la importancia de avanzar juntos y desde la unidad hacia un modelo de desarrollo definido por la economía circular y capaz de transformar los residuos en recursos.
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