Os Bolechas, los famosos personajes de ficción de la literatura infantil gallega, enseñan a los pequeños de la casa a reducir la producción de residuos en origen, constituyendo éste el primer paso en la gestión eficiente y sostenible de los mismos.
Así se recoge en un libro promovido por Sogama, con la colaboración de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, a través del cual se muestran a los escolares sencillos gestos con los que generar menos basura. Uno de los escenarios es el supermercado, donde se impone el uso del tradicional carro de la compra o la bolsa de tela o rafia, disminuyendo así la ingente utilización de bolsas plásticas no biodegradables. Se llama la atención sobre el impacto medioambiental que tiene este tipo de bolsas, toda vez que tardan más de 450 años en degradarse en el entorno, debiendo ser depositadas, una vez finalizada su vida útil, en el contenedor amarillo a fin de garantizar su reciclado.
La compra y el hogar, escenarios claves
La adquisición de frutas, verduras y hortalizas a granel constituye una magnífica opción, descartando las envasadas en bandejas de porexpán. Los productos comercializados en vidrio representan también una buena alternativa, toda vez que se trata de un material 100% reciclable (de una botella de vidrio se puede extraer otra con idénticas propiedades).
Os Bolechas, los famosos personajes de ficción de la literatura infantil gallega, enseñan a los pequeños de la casa a reducir la producción de residuos en origen
Usar servilletas y pañuelos de tela, en lugar de su versión en papel, constituye otro de los hábitos que debemos instaurar en nuestras casas, al igual que aprovechar el papel por las dos caras cuando escribimos y evitar los envoltorios excesivos cuando queremos hacer algún regalo. Con un poco de imaginación, la sorpresa está garantizada sin tener que recurrir a embalajes excesivos que, más pronto que tarde, acaban convertidos en desechos.
En cuanto a la ropa que ya no usamos por diversas circunstancias, siempre hay quien la necesite.Muchas organizaciones sociales se encargan de gestionar su reutilización y reciclaje.
Disminuir el desperdicio alimentario se erige en otra prioridad. Os Bolechas aconsejan cocinar sólo lo necesario, ajustar las raciones al número de comensales y, si aún así hay sobras, congelarlas o reutilizarlas para nuevos menús. Croquetas, empanadillas o ensaladas pueden ser algunos ejemplos de deliciosas recetas que nos permitirán aprovechar restos de comidas. Porque, más allá de un problema ambiental y económico, estamos ante un problema moral de gran magnitud. Se tiran al cubo de la basura ingentes cantidades de alimentos cuando hay muchas personas en el mundo que pasan hambre.
Con estos sencillos gestos, Os Bolechas están convenidos que los desechos que generamos cada día, alrededor de 1 kilo, se verán notablemente aminorados.
Actividades complementarias
La publicación concluye con una serie de pruebas de conocimientos. Colorear, buscar diferencias entre viñetas, señalar la respuesta correcta entre varias opciones y bucear en sopas de letras buscando las palabras claves, representan algunas de las actividades con las que los niños podrán pasar divertidas jornadas de la mano de Carlos, Loli, Pili, Braulio, Sonia, Tatá y el perro Chispa.
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