Con motivo de su intervención en la jornada desarrollada el pasado mes de mayo en A Coruña denominada “La gestión sostenible de los residuos en la economía circular”, Fernando Blázquez, Gerente de la Zona Norte de Ecoembes, explicó, de una forma muy gráfica y clarificadora, la labor desarrollada por este Sistema Integrado de Gestión durante los últimos 20 años y que ha permitido a España alcanzar hoy una tasa de reciclado del 76% de los envases domésticos que usamos a diario (1.351.903 toneladas), cumpliendo con creces los objetivos recogidos en el Paquete Europeo de Economía Circular para 2025.
Tal y como señaló Blázquez, ello ha sido posible gracias a la colaboración de más de 46 millones de ciudadanos, a la implicación de las Administraciones Públicas y al trabajo de más de 12.000 empresas envasadoras, que, adicionalmente y gracias a los Planes de Prevención, han contribuido a ahorrar más de 507.000 toneladas de materias primas.
A lo largo de dos décadas, Ecoembes, con la contribución del conjunto de la población, ha reintroducido en el ciclo productivo más de 16 millones de toneladas de materias primas procedentes del reciclaje de envases, evitando las emisiones de 17,7 millones de toneladas equivalentes de CO2 (similares a las emisiones de 6,4 millones de coches) y permitiendo el ahorro de 33,6 millones de MWh (con los que podríamos dar luz a los habitantes de A Coruña durante los próximos 12 años) y 428,1 millones de metros cúbicos de agua (con los que podríamos abastecer toda Galicia en los próximos 3 años). Todo un ejemplo de economía circular.
En el caso de Galicia, el representante de Ecoembes aludió al cuarto convenio de colaboración entre esta entidad y la Xunta de Galicia, que ya cuenta con unos cimientos sólidos y asentados, toda vez que el 99% de la población gallega tiene acceso a la recogida selectiva. No en vano, más de 43.000 contenedores amarillos y azules se encuentran ubicados en las calles para dar el mejor servicio a la población, permitiendo que, durante el año 2016, se hayan reciclado 56.890 toneladas de envases. Por su parte, y gracias a los planes de prevención aplicados por el 88% de las empresas envasadoras gallegas adheridas a Ecoembes, se ha evitado el consumo de 1.292 toneladas de materias primas sólo en los dos últimos años. Y todo ello aderezado con la creación de 2.405 puestos de trabajo.
El Plan de Acción acordado entre este SIG y la Xunta permitirá acometer importantes inversiones en la dotación de nuevos contenedores, así como en la implantación de la recogida selectiva en el sector de la hostelería y en centros dependientes de las Administraciones Públicas, extendiéndola igualmente al ámbito escolar y universitario. Todo ello, haciendo además partícipe a la población gallega a través de nuevas acciones de comunicación.
Dado que la innovación constituye una prioridad para Ecoembes, esta entidad no ha dudado en poner en marcha “TheCircularLab”, un centro de investigación ubicado en La Rioja, que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Logroño, pionero en Europa y en el que se invertirán 10 millones de euros durante los próximos 4 años a fin de llevar a cabo una serie de tareas que redundarán en una gestión más sostenible de los residuos de envases, incidiendo en la promoción del consumo responsable, definiendo el envase del futuro y apostando de lleno por el “Smart Waste”.
Esta iniciativa, enmarcada en el Plan Innova de Ecoembes, y que se orienta hacia la implantación de procesos de innovación en todo el ciclo del envase, creará en una primera fase más de 40 puestos de trabajo directos y cerca de 200 a través de incubadoras en red, y todos ellos bajo el concepto de “empleo verde”.
Tal y como aseguró Fernando Blázquez “apostaremos por la ciencia ciudadana trabajando en tiempo real, con problemas reales, con personas y descubriendo caminos contrastados y fiables”.
El camino hacia la esperanza
Ecoembes se muestra convencida de que el siglo XXI será el del cambio de mentalidad que permitirá crear una nueva relación entre las personas y el medio ambiente y, por tanto, una nueva alternativa al actual modelo lineal de producir-usar-tirar. Y considera, además, que España puede y deber ser una de las locomotoras del cambio a través del trabajo colaborativo.
La transición hacia la economía circular es posible, resultando necesario que se asiente sobre el concepto de corresponsabilidad, impulsando nuevas iniciativas políticas, empresariales y sociales. Además de todo ello, constituye una oportunidad para el crecimiento económico y la creación de empleo y permitirá establecer las bases de una nueva relación para que las futuras generaciones vivan en armonía con el entorno.
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