Con motivo de su participación en el Congreso de Medio Ambiente que esta semana se celebra en la localidad lucense de Vilalba, el presidente de Sogama, Javier Domínguez, aludió a los países del norte de Europa como referentes en la gestión sostenible de los residuos urbanos. En este sentido, puso como paradigma a Alemania, país que apuesta firmemente por el reciclaje, con un 47%, pero también por la valorización energética de la fracción no reciclable, con un 35%, circunstancia que le ha permitido llegar al vertido técnico cero, misma aspiración de Sogama.
A su juicio, otros ejemplos podrían ser Bélgica, Holanda, Suecia, Noruega y Austria, con altos índices de reciclado y con unos porcentajes de valorización energética que oscilan entre el 35 y el 54%, presentando unas tasas de vertido inferiores al 4%. Una situación que difiere notablemente de la experimentada en España, en donde el uso del vertedero asciende todavía al 55% y en donde la valorización energética no ha logrado superar la barrera del 12%.
En este sentido, recordó que en Europa hay alrededor de 400 plantas de valorización energética que, además de tratar los residuos que no se pueden reciclar ni valorizar materialmente, cumplen una función social importante al suministrar calor y electricidad barata a las poblaciones limítrofes. De ahí que su emplazamiento habitual sea el propio centro de las ciudades, contribuyendo a disminuir la dependencia energética exterior.
La economía circular se incorpora de lleno a la filosofía empresarial de la entidad
El máximo responsable de la compañía apeló a la fiscalidad como una de las principales medidas a adoptar para revertir la situación en nuestro país, siendo la tasa al vertido una de la acciones a adoptar, tal y como han hecho, y además con buenos resultados, los Estados del norte.
Más reciclaje y menos vertido: más ahorro
Aseguró que la ampliación de Sogama va en esta línea. El complejo industrial de Cerceda verá incrementada su capacidad en un 81%, pasando de las 550.000 toneladas anuales a 1 millón. Con esta actuación, en el año 2019 esta infraestructura podrá tratar de forma óptima todos los desechos urbanos producidos en Galicia, al tiempo que aumentará su aportación al reciclado, cuadriplicando las cifras actuales, y disminuirá el vertido, llevando a vertedero, única y exclusivamente, aquella parte de la basura que no se pueda reciclar ni valorizar material o energéticamente.
La economía circular se incorpora de lleno a la filosofía empresarial de la entidad, cuyos esfuerzos se acrecentarán notablemente para ayudar a alcanzar los exigentes objetivos de reciclado establecidos por la Unión Europea y en cuyo cumplimiento deben participar todos los sectores sociales.
Más reciclaje y menos vertido constituye la máxima que rige el plan de acción de la compañía, que reforzará igualmente sus inversiones en educación medioambiental para que los ciudadanos, desde sus hogares, centros de trabajo y tiempo de ocio, contribuyan igualmente, a través de un consumo responsable, a producir menos basura, a alargar la vida útil de los productos y a separarlos por tipologías, una vez convertidos en desechos, depositándolos en los contenedores correspondientes para propiciar y garantizar su posterior reciclado. Sólo así “se limitará el consumo de los ya escasos recursos naturales”.
El ahorro, medioambiental, económico y social, constituye, para Javier Domínguez, la palabra clave. Ahorrar hoy para preservar el mañana y garantizar el bienestar y calidad de vida de las actuales y futuras generaciones. Este es su gran reto.
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