El reciclaje ya forma parte de la vida diaria en el colegio Virxe da Cela de Monfero (A Coruña). Desde principios de curso, los alumnos de este centro participan en el programa “Recíclate con Sogama”, acción educativa canalizada a través del Plan Proxecta de la Xunta de Galicia, cuyo principal objetivo es la adquisición de competencias básicas y la educación en valores.
A través de la iniciativa promovida y coordinada por Sogama, se pretende instaurar la recogida selectiva en el propio centro, informando y formando a los pequeños sobre cómo participar activamente en el sistema, qué tipo de desechos deben depositarse en cada contenedor y qué beneficios ambientales se consiguen con un gesto tan sencillo como es la separación de materiales.
Para ello, la compañía ha dotado al colegio con una isla de reciclaje, conformada por tres contenedores (amarillo, azul y verde), así como con un compostador en el que ya están depositando los restos orgánicos procedentes del comedor escolar a fin de obtener compost, que luego utilizarán como elemento fertilizante para su huerto y jardín.
Las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) sustentan así el proyecto que, bajo el título “Reciclar no Planeta Xestal”, viene guiando las actuaciones de este centro coruñés con el fin de gestionar sus residuos de una forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
De la teoría a la práctica
La compañía ha dotado al colegio con una isla de reciclaje, conformada por tres contenedores (amarillo, azul y verde), así como con un compostador en el que ya están depositando los restos orgánicos procedentes del comedor escolar a fin de obtener compost
Saber y comprobar qué sucede con la basura cuando traspasa las paredes del centro constituía ahora su gran inquietud, de ahí que Sogama les trasladase invitación para visitar su complejo medioambiental de Cerceda. Y así fue. Cerca de 50 alumnos ponían rumbo a la sede de esta empresa pública para conocer su funcionamiento y descubrir por sí mismos el tratamiento que recibe la basura procedente de su colegio y de sus casas.
Y aquí fueron recibidos por educadores medioambientales, quienes, en primera instancia, dieron unas nociones básicas sobre la problemática que a día de hoy representa la ingente cantidad de basura producida y fórmulas para contribuir a reducirla y a gestionarla de una forma correcta.
Acompañados por los monitores y por sus profesores, realizaron un recorrido guiado por las distintas plantas que conforman el complejo industrial. Así, pudieron ver la de clasificación, donde se reciben los materiales recogidos a través de los contenedores amarillos, siendo separados por tipologías para enviarlos a los centros recicladores, y luego se adentraron en la nave de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, en la que se procesa la basura depositada por los ciudadanos en el contenedor convencional, separando la parte susceptible de ser reciclada, y convirtiendo el resto en un combustible derivado de residuos (CDR) que se valoriza energéticamente en una planta termoeléctrica para producir electricidad.
De regreso al edificio de oficinas, se abrió un coloquio en el que los pequeños tuvieron ocasión de preguntar dudas, trasladar observaciones y comentar su experiencia; una experiencia que, sin lugar a dudas, contribuirá a que su visión de los residuos cambie notablemente, concibiéndolos ahora como recursos de valor.
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