La Sociedade Galega do Medio Ambiente (SOGAMA) es una empresa pública autonómica, creada en el año 1992 por el Decreto 111/1992 de la Xunta de Galicia, y adscrita a la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, que se concibe como un instrumento operativo al servicio de la política ambiental de Galicia y al servicio del Gobierno de la Xunta en general. Para conocer un poco más sobre ella, entrevistamos a Javier Domínguez Lino, su Presidente.
Pregunta: En primer lugar, nos gustaría conocer su trayectoria profesional hasta su puesto actual en la compañía.
Respuesta: Soy licenciado en Dirección y Administración de Empresas y mi trayectoria profesional comenzó en el mundo de la Banca, sector en el que ejercí diferentes cargos. En 2009 di el salto a la entidad pública Xestur Pontevedra, asumiendo la función de Gerente y, cuatro años más tarde, pasé a desempeñar el cargo de Coordinador de la Zona Sur de Xestur Galicia, S.A, Sociedad encargada de gestionar el suelo en la comunidad gallego. En febrero de 2015 fui nombrado Presidente Ejecutivo de Sogama.
P.- ¿Cuáles son los objetivos principales de la entidad? ¿Qué actividades lleva a cabo?
R.- El objetivo fundamental de Sogama es gestionar y tratar, de forma correcta y sostenible, los residuos urbanos producidos en la mayor parte del territorio gallego. A día de hoy, un total de 294 de los 313 ayuntamientos gallegos, es decir, el 94% del total, se encuentran adheridos voluntariamente a esta empresa pública (participada en el 51% por la Xunta de Galicia y en el 49% por el Grupo Gas Natural Fenosa). Esto quiere decir que damos servicio a más de 2.260.000 habitantes, lo que viene suponer el 82% del total de la población gallega. Sin duda, una gran responsabilidad.
Nuestro modelo empresarial pivota sobre el principio de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar), a las que añadimos la recuperación energética de la fracción no reciclable, y ello desde la máxima pulcritud industrial, incorporando al proceso tecnologías de última generación que nos permiten llevar a cabo una operativa absolutamente respetuosa con el medio ambiente y la salud pública.
Contribuir al bienestar y calidad de vida de los ciudadanos es nuestra máxima aspiración y, por supuesto, el principal objetivo de nuestras políticas empresariales.
P.- ¿Qué acción de éxito emprendida en los últimos años por la compañía destacaría?
R.- Yo destacaría dos hitos fundamentales, y que además han tenido lugar en estos dos años que llevo al frente de la Sociedad. Por un lado, los resultados industriales alcanzados en 2015, período en el que alcanzamos máximos históricos de eficiencia, tanto en residuos tratados como en energía producida y, por otro, la adjudicación de la ampliación de nuestro complejo medioambiental, que nos permitirá incrementar su capacidad en un 81%, toda vez que pasará de tener una capacidad nominal de 550.000 toneladas anuales a 1 millón. De esta forma, podremos gestionar y tratar en condiciones óptimas todos los residuos urbanos producidos en Galicia, con la particularidad de que aumentaremos nuestra aportación al reciclaje en 120.000 toneladas anuales de materiales y minimizaremos el vertido, depositando en vertedero únicamente aquellos desechos que no se puedan reciclar ni valorizar material o energéticamente. Estaríamos hablando del vertido técnico cero.
Para llevar a cabo esta actuación, pondremos en marcha un nueva planta para la clasificación de los envases plásticos y de papel/cartón contenidos en la basura en masa y remodelaremos la actual nave de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, donde ya veníamos separando el vidrio, el acero y el aluminio depositados erróneamente por el ciudadano en el contenedor genérico.
Las obras de ampliación comenzarán el próximo mes de junio y concluirán en diciembre de 2018, momento en el que podremos asegurar, sin temor a equivocarnos, que el complejo de Sogama será uno de los más grandes y eficientes de Europa y del mundo, consolidando su liderazgo en España.
De forma paralela, este año también pondremos en funcionamiento una planta de compostaje industrial con capacidad para 15.000 toneladas anuales, en la que se procesará la materia orgánica procedente de grandes productores tales como restaurantes, centros comerciales, hospitales y centros penitenciarios, entre otros. Asimismo, seguiremos trabajando intensamente en el ámbito del compostaje doméstico, programa al que se encuentran adscritas más de 200 entidades (entre las que se encuentran 134 ayuntamientos, además de centros escolares y colectivos sociales), habiendo repartido entre las mismas más de 6.300 compostadores. La pretensión no es otra que propiciar la elaboración de compost en las viviendas unifamiliares que cuenten con jardín o huerto, donde aplicarán el abono obtenido, que, por lo general, cumple con todos los requisitos de calidad a los que obliga la normativa vigente para poder ser aplicado en la agricultura sin restricciones.
P.- ¿Cómo describiría el estado del reciclaje en España? ¿Es una prioridad para las administraciones?
R.- Según los últimos datos de Eurostat relativos al año 2014, nos encontramos en un 16% de reciclado, un porcentaje inferior al alcanzado por los países del norte de Europa, que, dicho sea de paso, son también los que más valorizan energéticamente. Lo digo para abundar en el hecho de que, en contra de lo que algunos grupos piensan, reciclaje y recuperación energética son procesos absolutamente compatibles y complementarios, y nunca antagónicos.
En este escenario, resulta evidente que nos queda mucho camino por recorrer y lo importante es que ese itinerario que hemos emprendido, o debemos emprender, hacia la economía circular sea un camino sin retorno. Lograr mayores tasas de reciclaje exige compromiso por parte de todos, y no solo de las administraciones. Se requiere implicación de las empresas y, por supuesto, de los ciudadanos.
En Galicia, puedo decir que el reciclaje constituye una prioridad para el Gobierno de la Xunta y esta prioridad se va haciendo extensiva a las administraciones locales. Los plazos apremian, los objetivos europeos están ahí, son muy exigentes, por lo que el esfuerzo debe ser todavía mayor. Pero insisto, debe ser mayor por parte de todos los sectores. No hay tiempo que perder.
P.- ¿Cómo podrían mejorarse las tasas de reciclaje en nuestro país?
R.- Lógicamente a través de una mayor educación ambiental y una mayor fiscalidad.
P.- ¿Cuál cree que es el nivel de compromiso y concienciación de los ciudadanos en ese sentido? ¿Cómo cree que podría aumentase?
R.- Vamos mejorando, aunque, dados los objetivos europeos que nos toca cumplir, quizás más lentamente de lo que sería deseable. No obstante, considero que en las últimas décadas hemos dado importantes pasos. Y vuelvo a Galicia. En mi comunidad, en los años 90 se contabilizaron más de 300 vertederos municipales que no cumplían con las condiciones mínimas de seguridad y más de 3.000 focos de vertido ilegal. Cualquiera puede imaginarse lo que esto suponía a nivel de contaminación. La entrada en escena de Sogama vino a revertir esta situación, y hoy, todos los residuos domiciliarios producidos en los ayuntamientos gallegos reciben tratamiento. Los vertederos incontrolados, afortunadamente, es un mal recuerdo del pasado.
Los ciudadanos constituyen un pilar fundamental en la correcta gestión de la basura, ya que el reciclaje sólo será viable si ésta se separa en casa por tipos de materiales, que luego deben ser depositados en los contenedores correspondientes para garantizar su posterior reciclado. Se trata de un gesto básico. Hay muchos ciudadanos que lo han incorporado a su práctica diaria y otros no. De ahí que, desde la Administración, desde las empresas de gestión de residuos y desde los grupos ecologistas debamos intensificar nuestra tarea en el ámbito de la información, la formación y la concienciación ambiental para que cada vez seamos más los que apostemos por un consumo responsable, los que nos preocupemos de alargar la vida útil de los productos a través de una mayor reutilización y los que segreguemos los desechos en origen para que puedan ser transformados en nuevos productos y contribuyamos a ahorrar energía y materias primas.
P.- ¿Y en las empresas?
R.- La sostenibilidad y la economía circular constituyen conceptos cada vez más asentados en las empresas. Y no sólo por cuestiones de imagen, sino también por cuestiones de rentabilidad económica. Minimizar los efectos de una determinada actividad industrial sobre el entorno es hoy posible con las nuevas tecnologías, en continua evolución, y la correcta gestión ambiental también puede traer consigo ingresos. Ejemplo de ello son los residuos. Una empresa que gestione correctamente sus desechos, puede obtener beneficios económicos.
P.- ¿Qué papel juega la comunicación en su entidad? ¿Y las redes sociales en concreto?
R.- La comunicación debe cumplir un papel esencial en cualquier organización, con independencia de su cometido y razón de ser. Si hablamos de Sogama en concreto, puedo asegurarle que constituye una prioridad en nuestra estrategia empresarial. Somos una compañía pública que presta un servicio esencial para la comunidad a través de los ayuntamientos, que son nuestros clientes. Debemos explicarles qué es lo que hacemos, cuáles son nuestros proyectos, cuáles nuestras prioridades y hacia dónde se dirige nuestro futuro y, lo más importante, que sin su ayuda y la de todos sus vecinos, nuestra actividad no tendría razón de ser.
Es por ello que diseñamos y ejecutamos permanentemente campañas de sensibilización, que luego los ayuntamientos adaptan a su idiosincrasia, para garantizar unos buenos resultados.
Tenemos un programa de visitas a nuestras instalaciones, a mi juicio ejemplar, por el que han pasado cerca de 70.000 personas, a fin de que puedan ver si situ lo que hacemos y cómo lo hacemos. Tenemos proyectos orientados a centros escolares, desarrollamos cursos de formación online dirigidos a distintos grupos sociales, tenemos distintas páginas web operativas y vinculadas a la reducción de residuos, a la disminución de desperdicios alimentarios, al compostaje doméstico, e incluso disponemos de una página web, en la que abordamos el medio ambiente a través de las distintas asignaturas objeto de estudio en educación primaria. Son muchas las acciones, que lógicamente no enumeraré aquí, a través de las cuales intentamos mantener un contacto permanente con los ciudadanos.
Respecto a las redes sociales, estamos presentes en Twitter y Facebook bajo el lema “Por una Galicia sostenible, educación ambiental Sogama”. Es una magnífica forma de comunicar la sociedad en su conjunto nuestra actividad diaria y una magnífica forma de saber lo que opinan sobre nosotros diversas entidades y ciudadanos anónimos. Sus observaciones y comentarios nos sirven para pulsar el impacto de lo que hacemos y, de ser el caso, corregir posibles desviaciones.
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