Las buenas prácticas ambientales se perpetúan en el colegio Emilio Navasqüés

0
  • buenas prácticas ambientales se perpetúan colegio Emilio Navasqüés
  • Tras proclamarse vencedor de la primera edición del programa “Recíclate con Sogama” 2012-2013, el colegio de Outes (A Coruña) no ha cejado en su empeño de contribuir a una gestión más sostenible de los residuos urbanos y hacer del reciclado su principal seña de identidad.
  • Las docentes Mercedes Cereijo y Marian Paredes, verdaderas artífices del trabajo medioambiental realizado por el centro a lo largo de los últimos años, siguen desempeñando, desde sus nuevos cargos directivos, un papel crucial en la formación de los alumnos hacia el respeto y conservación del entorno.
  • Además del trabajo diario realizado en el ámbito de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje), cualquier evento sirve en el Emilio Navasqüés para fomentar la cultura del máximo aprovechamiento y el mínimo desperdicio. Prueba de ello es el árbol de Navidad que acaban de adornar con bocas de botellas plásticas de agua, CDs fuera de uso y diversos objetos elaborados con lanas viejas.

Sobre la Entidad

SOGAMA
La Sociedade Galega do Medio Ambiente (SOGAMA) es una empresa pública autonómica, creada en el año 1992 por el Decreto 111/1992 de la Xunta de Galicia, y adscrita a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas.

El CEIP Emilio Navasqüés, perteneciente al municipio coruñés de Outes, sigue siendo uno de los máximos exponentes de las buenas prácticas ambientales en el ámbito escolar. Su firme apuesta por la protección del entorno arrancó hace años de la mano de dos profesoras que hoy ocupan cargos directivos en el centro: Mercedes Cereijo, su Directora, y Marian Paredes, con labores de adjunta.

Fueron ellas las que hicieron posible que el colegio participase en la primera edición del programa “Recíclate con Sogama”, correspondiente al curso académico 2012-2013, y enmarcado a su vez en el Plan Proxecta de la Xunta de Galicia, cuyo principal objetivo es la educación en valores.

Las múltiples actividades desarrolladas en el colegio de Outes a favor de las tres erres (reducción, reutilización y reciclaje) y la habilidad de las dos docentes para captar la atención y colaboración de alumnos, padres y la propia corporación local del ayuntamiento, les valió el máximo reconocimiento en aquel momento, haciendo posible que el centro se proclamase vencedor de Recíclate con Sogama y sirviese de referente para otras escuelas de distintos puntos de Galicia.

Cerrando el círculo

Además de las acciones diarias realizadas en el ámbito de la gestión sostenible de los residuos urbanos, cualquier acto, evento o conmemoración sirve para que Merce y Marian diseñen y ejecuten tareas a favor del reciclaje. El Día de la Paz, el Día de las Letras Gallegas, el Samaín, el Carnaval, etc, constituyen jornadas en las que los residuos y la recuperación de los mismos están omnipresentes, constatando con ello el carácter transversal del medio ambiente a todas las materias objeto de estudio.

Tras proclamarse ganador, el centro, que había conseguido colocarse a la vanguardia del reciclaje gracias al interés, empeño y esfuerzo de las hoy Directora y adjunta, continuó trabajando en el ámbito de la educación ambiental como parte de su programa curricular y siempre con el fin último de formar a los adultos del mañana, aquéllos que tomarán decisiones en distintas áreas y sobre los que recaerá la responsabilidad de avanzar hacia un mundo mejor.

Desde sus nuevos puestos, Mercedes Cereijo y Marian Paredes trabajan firmemente por una educación integral y de calidad en la que los comportamientos vinculados al respeto, la protección y la conservación del medio ambiente ocupan un importante lugar.

Y este año ya han dado la bienvenida a las Navidades con un árbol que han adornado con materiales reciclados: bocas de botellas plásticas de agua, CDs fuera de uso y objetos elaborados con lanas viejas. Los escolares de infantil no han querido quedar atrás y también han montado el suyo propio. Su profesora decidió utilizar la parte de atrás de las botellas de agua y construir una torre en forma de árbol que luego decoraron con purpurina y trozos de cintas festivas.

El máximo aprovechamiento de los materiales y el mínimo desperdicio constituyen gestos que se han instalado en la cultura del Emilio Navasqüés. Aunque, probablemente sin saberlo, la comunidad educativa ya está contribuyendo a la economía circular.

Comentarios