El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha asistido este martes a la retirada del último neumático en la parcela de Seseña, tras el incendio del 13 de mayo, para dar cumplimiento al compromiso del Gobierno regional de que no quedaría una sola rueda antes de terminar el año. Un lugar “muy simbólico” donde ha informado además que el Consejo de Gobierno acaba de aprobar el Plan Integral de Gestión de Residuos de Castilla-La Mancha “más ambicioso hasta la fecha” que tiene como objetivo impedir vertederos y catástrofes “como las acaecidas en Seseña”.
“Qué lugar mejor que este -la parcela de Seseña- para anunciarlo”, ha manifestado Martínez Arroyo, indicando que el Gobierno regional pretende “que no vuelvan a suceder” sucesos como los derivados en mayo de 2016.
El Plan Regional de Residuos es pionero por varios motivos, en primer lugar, porque se le va a exigir a todas las empresas que se quieran instalar en Castilla-La Mancha para gestionar residuos “una fianza” que va a garantizar el pago por parte de las empresas de sus incumplimientos. Es decir, llevar a cabo lo que en la jerga medioambiental europea se conoce como el principio de 'quien contamina paga'. El responsable de Medio Ambiente ha insistido en que “la responsabilidad no la tienen los ciudadanos, la tienen las empresas que contaminan".
El Plan tiene la finalidad de servir como marco de referencia para la implantación en Castilla-La Mancha de las actuaciones necesarias para la prevención y correcta gestión de los residuos
Además, ha advertido de que a partir de ahora “todas las empresas que traigan aquí residuos, de Madrid o de otros sitios, tendrán que pagar un canon específico” que aumentaría los ingresos en la región en caso de que persistieran con la idea y, fundamentalmente, “desincentivaría la idea de instalarse en Castilla-La Mancha”.
Martínez Arroyo ha felicitado a los técnicos que han trabajado en Seseña en los últimos meses, tanto de la Administración regional como de las empresas públicas Geacam, Tragsa y Emgrisa. El esfuerzo realizado ha sido “un ejemplo no solo en Castilla-La Mancha sino a nivel europeo sobre cómo se puede afrontar una catástrofe -como la que sucedió en su momento- y cómo se puede valorizar un producto como los que ha habido aquí hasta ahora", ha señalado.
Futuro del Plan
Este Plan Integral de Gestión de Residuos ha sido aprobado cumpliendo la Normativa Europea para los próximos años hasta 2023 que obliga a los Estados miembros a disponer de planes de gestión de residuos de conformidad con lo establecido en el artículo 28 de la Directiva Marco, así como la adopción de las medidas necesarias para alcanzar los objetivos sobre reutilización, reciclado y valorización establecidos en el artículo 11 de la citada Directiva.
El Plan tiene la finalidad de servir como marco de referencia para la implantación en Castilla-La Mancha de las actuaciones necesarias para la prevención y correcta gestión de los residuos y tiene como objeto: conseguir reducir la generación de residuos en la región; que los residuos generados sean gestionados en un marco de calidad ambiental progresiva, con costes económicos razonablemente homogéneos dentro del territorio y con los máximos niveles de protección ambiental exigida por la normativa vigente y los principios de economía circular y desarrollo sostenible, contribuyendo así mismo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la lucha contra el cambio climático.
Para más información se puede consultar en la web: http://bit.ly/2gXEdWo
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