La experta en energía nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, compareció en la Comisión de Industria del Congreso de los Diputados con motivo de la ponencia del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). La organización ecologista pedió que se asegure la independencia del CSN y que exija responsabilidades ante la nefasta gestión del cierre de la central de Garoña (Burgos).
Greenpeace defendió la misión del CSN, así como la necesidad de su independencia y transparencia para garantizar seguridad nuclear. También reclamó el papel del poder legislativo como garante del buen funcionamiento del CSN.
La organización ecologista considera que la independencia del regulador nuclear está en riesgo debido a las dudas sobre la imparcialidad de su presidente, que era secretario de Estado de Energía cuando fue elegido, un cargo directamente relacionado con las instalaciones nucleares, y en concreto con Garoña.
Respecto a la valoración de su actuación en el caso de Santa María de Garoña ha quedado demostrado el tratamiento escandaloso que se está llevando con esta central nuclear, ya que el CSN pone en riesgo la seguridad nuclear con el informe emitido para la reapertura de Garoña.
Greenpeace considera que para 2017, el CSN tendrá que afrontar el desmantelamiento de Garoña, así como la actualización del Plan de Gestión de Residuos Radiactivos, y el proceso de Almaraz (Cáceres) cuyo cierre progresivo deberá ser planificado próximamente para evitar un nuevo fiasco como el que está sucediendo con la central burgalesa.
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