El consejo de administración de la Compañía para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa SAU) ha acordado iniciar en los concejos de Grado y Carreño la recogida experimental de biorresiduos (quinto contenedor), combinando los días de retirada de la basura mezclada y de la orgánica.
La prueba piloto se desarrollará en estos dos municipios porque tienen adjudicada la recogida de basura a Cogersa, lo que facilita la ejecución práctica del cambio de modelo, y también porque reúnen otras características que permiten obtener conclusiones extrapolables a otros territorios. Por ejemplo, ambos cuentan con un punto limpio y una población de tamaño medio.
Cogersa pretende demostrar que es posible rediseñar el servicio de retirada viaria de residuos, en aras de una mayor eficiencia ambiental y económica, siguiendo parámetros que se usan ya en numerosas ciudades europeas y también en otras comunidades autónomas. De este modo, se logra contener los costes y fomentar el reciclaje con la recogida de los restos orgánicos, esencialmente, alimentos crudos y cocinados.
La puesta en marcha del nuevo modelo irá acompañada de una campaña previa de comunicación y educación ambiental para explicar sus ventajas y fomentar la participación de la ciudadanía.
Este cambio supone un ahorro de costes en los días de recogida de basura para los concejos, que podrán destinar esos recursos a la puesta en marcha del contenedor marrón.
Además, Cogersa tiene establecida actualmente, por acuerdo de su junta de gobierno, la gratuidad del tratamiento de los residuos orgánicos clasificados en origen por medio de digestión anaerobia o biometanización. Se trata de un incentivo económico adicional, pues sirve para que los municipios ahorren por el depósito en vertedero los 20,08 euros por tonelada que se cobran habitualmente.
La Ley 22/2011, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados, establece en su artículo 22, y así ha sido trasladado al plan regional de residuos, que las autoridades competentes deberán adoptar las medidas necesarias para garantizar que, antes de 2020, la cantidad de basura doméstica y comercial destinada a la preparación para la reutilización y el reciclado de las fracciones de papel, metales, vidrio, plástico, biorresiduos u otras alcance, en conjunto, como mínimo, el 50% en peso.
Cogersa cuenta desde finales de 2013 con una planta especializada en el tratamiento de la materia orgánica de origen municipal que tiene capacidad para tratar 30.000 toneladas al año. En esa instalación, los biorresiduos se transforman en un digesto que se emplea para fabricar compost, mientras que el biogás se aprovecha para generar energía eléctrica renovable.
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