El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad ya tiene el plan estratégico de lucha integral contra el lindano que fue encargado por las Cortes al titular del mismo, Joaquín Olona, y que ha de servir como hoja de ruta de las actuaciones de descontaminación que se lleven a cabo en los próximos años. Ha sido enviado al Parlamento con el fin de que los distintos grupos dispongan de él antes de la comparecencia solicitada por el consejero y prevista para primeros de diciembre.
“Se trata de una hoja de ruta dinámica que se podrá alterar en función de los acontecimientos y de los resultados que obtengamos de las líneas de investigación abiertas, pero lo importante es que ya existe un guion bien estructurado y documentado sobre los pasos que tenemos que dar”, ha señalado Olona, para quien lo importante es que “todo se lleve a cabo de forma transparente y lo más consensuada posible, porque este reto Aragón solo podrá vencerlo si existe la voluntad de ir de la mano por parte de todos”.
El plan “integra el análisis de la situación y establece un plan de actuación global e integrador de todas las actuaciones y líneas de trabajo a abordar para resolución del problema, teniendo en cuenta además de los aspectos técnicos, los económicos, sociales y políticos, según ha explicado la directora general de Sostenibilidad, Sandra Ortega.
Los objetivos a largo plazo son la completa eliminación de los residuos, la descontaminación total de suelos y sustratos rocosos y la declaración de los actuales emplazamientos contaminados como libres de contaminación
La directora general ha recalcado que “Es un plan desarrollado desde el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad aunando la amplia experiencia y el conocimiento de más de 25 años de trabajo en actuaciones de descontaminación con la colaboración y el respaldo de un gran número de expertos en diferentes ámbitos y materias”. “Este factor constituye un importante respaldo y aval científico y técnico a los planteamientos del plan”, ha añadido.
Objetivos a corto y largo plazo
El plan se estructura sobre dos ejes: la descripción y el diagnóstico de la situación y los objetivos estratégicos con plan de actuación. Estos se articulan en torno al corto y largo plazo.
En los primeros ya se está trabajando: asegurar la potabilidad de las aguas de abastecimiento en los municipios aguas abajo de Bailín y del riego en cualquier circunstancia; impedir la llegada de contaminantes al sistema hidrológico e hidráulico y actuar con urgencia y eficacia ante posibles eventos contaminantes; impulsar la I+D+i orientada a la búsqueda de tecnologías eficaces de descontaminación; fomentar la compra pública de innovación y buscar recursos financieros en el marco nacional y de la UE.
Ortega ha indicado que el primer procedimiento de compra pública de innovación del Gobierno de Aragón ya se ha puesto en marcha y precisamente para la “búsqueda de soluciones tecnológicas por parte de las empresas y centros de investigación que puedan resolver algunas de las situaciones de contaminación para las que a día de hoy no hay respuestas”. También que se trabaja la participación en convocatorias europeas de I+D+i a través de consorcios; “En este punto será clave asimismo el trabajo institucional con el ministerio y la Comisión Europea”, ha advertido.
Los objetivos a largo plazo son la completa eliminación de los residuos, la descontaminación total de suelos y sustratos rocosos y la declaración de los actuales emplazamientos contaminados como libres de contaminación. Mientras todo esto llega, el plan hace hincapié, como ha indicado Ortega, en que “la prioridad absoluta del Gobierno de Aragón es mantener los riesgos ambientales bajo control”.
El documento segmenta el problema por tipos de residuos y características de los mismos
De la descontaminación a la generación de valor añadido
Todos estos objetivos son técnicamente complejos porque se trata de grandes volúmenes de residuos compuestos por materiales muy distintos y, en algunos casos, muy peligrosos. Además, en emplazamientos geológicos inadecuados y asimismo complejos. Por todo ello el tiempo estimado de trabajo y el presupuesto económico son altos y se habla de una inversión de 550 millones de euros a lo largo de 25 años.
El documento segmenta el problema por tipos de residuos y características de los mismos, señalando más de veinte posibles tecnologías o líneas de investigación a seguir en función de esa caracterización previa (físico-químicas, de segregación de contaminantes, térmicas, de fitorremediación…).
Para los objetivos a largo plazo, el plan estratégico establece asimismo una división de acciones en función del emplazamiento de los residuos (Inquinosa, Sardas o Bailín), aunque también fija actuaciones transversales a todos ellos. Algunas de ellas se consideran inevitables y cuentan con un amplio consenso técnico; otras tienen un carácter más abierto y están pendientes de que se confirme su viabilidad o se desarrollen las tecnologías adecuadas.
En el caso de Inquinosa el objetivo final es desmantelar la vieja fábrica y descontaminar el suelo y subsuelo de la misma. Para Sardas se apuesta por mejorar las instalaciones de depuración y el aislamiento del vertedero, priorizando el tratamiento de los residuos al pie del mismo y descontaminando suelos y acuífero. En Bailín, donde los residuos ya están en una nueva celda de seguridad, se trabajará en la descontaminación de la superficie del antiguo vertedero y la restauración superficial con métodos de biorremediación; además, por la descontaminación del acuífero y la continuidad de los ensayos de oxidación química in situ.
Entre las acciones transversales se encuentran la mejora del laboratorio de Bailín, la creación de un centro de investigación de COP (contaminantes orgánicos persistentes), el control hidrogeológico y el protocolo de vigilancia y alerta temprana del río Gállego.
El consejero Olona ha señalado que la gravedad y complejidad de la situación ha de verse también como una oportunidad para que Aragón se constituya en un gran centro de conocimiento sobre el HCH y los COP y una referencia mundial en descontaminación. En este sentido, ha recordado que el lindano ha sido uno de los pesticidas más utilizados en todo el mundo y que son muchos los países afectados por la contaminación vinculada a él. “Nuestro reto no solo ha de ser terminar con la contaminación, sino ofrecer al mundo una solución que redunde en la generación de valor añadido para la comunidad autónoma”, ha concluido.
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