Vidrio, metal, plástico y algo de mercurio. Son los elementos que se separan y recobran en las plantas de tratamiento a las que la Asociación para el Reciclaje de Lámparas (AMBILAMP) lleva los residuos que se depositan en los puntos de recogida. Esas fracciones recuperadas se destinan a la fabricación de frasquería y envases, cementos y cerámicas en el caso del vidrio. A la industria siderúrgica para la elaboración de objetos metálicos o a cualquiera de las múltiples aplicaciones que tiene el plástico reciclado. En cuanto al mercurio, una vez destilado se almacena en condiciones de total seguridad. Es el destino de los 144 kilos de bombillas de bajo consumo y descarga, tubos fluorescentes, lámparas y leds retrofit que los vecinos ya han depositado en los contenedores que existen en el Ayuntamiento de Yebes y las oficinas municipales de Valdeluz desde que se puso en marcha este servicio.
En el verano de 2011 la Concejalía de Medio Ambiente llegó a un acuerdo con AMBILAMP, organización sin ánimo de lucro que integra a los principales fabricantes de iluminación, para la instalación de dos puntos de recogida en el municipio, “que son los que nos corresponden por población”, para facilitar el control de este tipo de residuos. Son contenedores bicajas que están equipados con dos depósitos claramente diferenciados con los colores naranja y verde, uno para cada desperdicio. Por medio de esta asociación, se da un servicio público “que no supone coste adicional alguno ni para el ciudadano ni para el Ayuntamiento”. En este periodo, los vecinos de Yebes y Valdeluz han depositado más de 2.100 unidades en los puntos identificados y colaborado en el objetivo final, que es “cerrar el círculo del ciclo de vida útil” de estas luminarias mediante su tratamiento final “de forma sostenible y una vez convertidas en residuos”, puntualiza Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente.
Los depósitos destinados a las bombillas de bajo consumo llevan un sistema de frenos en el interior que evita la ruptura del material y su correcto almacenamiento. El espacio para los fluorescentes no tiene tapa, lo que permite la recogida de tubos de distinto tamaño. Cada contenedor cuenta con un soporte que impide que las cajas estén en contacto con el suelo y le da la inclinación adecuada para el almacenamiento idóneo del residuo. Con un sencillo gesto, los ciudadanos de Yebes y Valdeluz están contribuyendo a retirar de la circulación este tipo de materiales, “que pueden llegar a ser nocivos para el medio ambiente”. Gaitán opina que las Administraciones deben ser las primeras en dar ejemplo a la hora de promover acciones que conciencien a la población y, por supuesto, “poner a su disposición los instrumentos necesarios para facilitar esa tarea y el acceso a la cadena de reciclaje”.
El Ayuntamiento de Yebes recuerda que el impacto ambiental de una única lámpara equivale al CO2 que emite un vehículo durante un día y medio. El material acumulado en los puntos de reciclaje es manipulado, retirado y transportado por los técnicos de la Asociación para el Reciclaje de Lámparas, que en 2016 recogió 2.627 toneladas de lámparas, cerca de 21 millones de unidades y 1’1 millones de kilos de luminarias en nuestro país. En Castilla-La Mancha se trataron cerca de 82.800 kilos de residuos de estas características, 660.688 unidades de lámparas y 24.147 kilos de luminarias. La reutilización de estos residuos permite crear productos nuevos a partir de un proceso integral de reciclaje y a un coste ambiental muy inferior. El concejal de Medio Ambiente valora el hecho de que en apenas cinco años, los vecinos de Yebes y Valdeluz han alcanzado un alto grado de cumplimiento de uno de los principios elementales de la Agenda Local 21 a la que está adherida este Ayuntamiento. Como es la educación, concienciación, implicación y sensibilización de forma directa de los ciudadanos en la protección y mejora del medio ambiente. “Porque un municipio responsable es un lugar más habitable”, sentencia.
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