Cada vez más los materiales plásticos van tomando protagonismo en la fabricación de envases para uso cosmético y productos de higiene. Actualmente, el diseño de estos envases es un factor clave en la compra del producto. Las diferentes formas, los colores, etiquetas, etc, son un reclamo pasivo pero eficaz hacia el consumidor final.
Sin duda y dejando al margen el producto que contienen, el diseño del envase es un factor adicional que invita a comprar un producto. Sin embargo, de nada sirve un diseño espectacular sin funcionalidad, por ejemplo, si tengo fugas de un producto que llevo en el bolso, si la bomba dosificadora no es capaz de vaciar el envase completamente, si el envase no resiste químicamente al contenido; son factores clave que no van a ayudar a que el consumidor repita su compra.
Por eso, frente a un diseño propuesto, el primer paso es analizar la adecuación del material al proceso de fabricación del envase, ya que es un aspecto clave para minimizar los problemas que puedan ocurrir posteriormente. El objetivo es analizar y predecir los posibles puntos débiles del envase antes de su fabricación.
El diseño del envase es un factor adicional que invita a comprar un producto
El segundo paso, una vez validado el diseño, es realizar una correcta selección de materiales y de aditivos. Para esta selección es conveniente indicar algunos de los problemas que nos podemos encontrar con los materiales plásticos, sobre todo, si no se realiza una correcta selección.
Los materiales plásticos, y en especial en su uso en cosmética e higiene, no son materiales completamente inertes y por este motivo son materiales que interaccionan tanto con el producto como con el exterior. Los procesos de interacción que se producen en los materiales plásticos son tres:
Por un lado, se pueden dar fenómenos de adsorción/absorción de componentes del producto por parte del material del envase, este proceso origina dos problemas: por un lado está el caso de que se llegue a deteriorar el envase debido al ataque químico del producto, en tal caso obviamente el envase no estaría cumpliendo con los requisitos necesarios para contener dicho producto. Por otra parte, la adsorción puede originar el problema frecuente de que se dificulte el vaciado completo del envase. En todos los casos existen materiales que frente a determinados productos pueden favorecer o minimizar estos fenómenos, todo es cuestión de realizar la elección acertada.
El objetivo es analizar y predecir los posibles puntos débiles del envase antes de su fabricación
Por otra parte, el envase interacciona con el entorno permitiendo la permeabilidad de algunas sustancias tanto del entorno al producto como del producto al entorno. Esto es muy importante para determinados productos que sean sensibles a algunos gases, como por ejemplo ocurre frecuentemente con el oxígeno. Si nuestro producto tiene componentes sensibles a la oxidación será necesario seleccionar un material de envase barrera a oxígeno.
Además, se puede producir migración de sustancias del envase al producto que contiene, alterando las propiedades del producto.
El tema de las migraciones ha estado muy controlado en alimentación hasta el punto de que existe una legislación específica para este fin desde hace más de 20 años. Sin embargo no ha sido así en el sector cosmético a pesar de que tiene una problemática muy similar por la posible toxicidad o alergias que estas sustancias pueden producir por el uso tópico. Frente a esta problemática el uso de un material apto para alimentos y la realización de análisis de migración global y específica es una solución aconsejable como medida de control de producto.
El uso de aditivos es una variable más que puede mejorar algunas de las propiedades de los materiales plásticos. Los aditivos son sustancias que se añaden a los materiales plásticos con el objetivo de estabilizarlos, ayudar al procesado y mejorar las propiedades finales.
Finalmente, una vez fabricados los envases es necesario verificar su funcionalidad. Para ello es importante seleccionar las propiedades críticas que afectan al envase o el producto y marcar unas especificaciones concretas para cada propiedad. El marcar especificaciones no es siempre sencillo y se precisa de un histórico importante para poder relacionar un valor determinado de una propiedad o característica con una correcta funcionalidad posterior.
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