La COVID-19 amenaza la biodiversidad de las Islas Galápagos y su lucha contra el plástico

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  • COVID-19 amenaza biodiversidad Islas Galápagos y lucha plástico
  • Los guardianes del llamado laboratorio vivo de biodiversidad más grande del mundo, sus habitantes, se han quedado sin recursos para sobrevivir y proteger los ecosistemas vitales de la isla, en medio de una crisis económica causada por la falta de turismo y el COVID-19.
  • Una campaña impulsada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo busca apoyar a estas personas promoviendo empresas ecológicas y dándoles la ayuda inmediata que tanto necesitan.
  • Un reportaje de Laura Quiñones para ONU.

Sobre la Entidad

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La Organización de las Naciones Unidas es una organización internacional formada por 193 países independientes. 

Las Islas Galápagos en Ecuador, patrimonio de la humanidad de la UNESCO que habría inspirado al mismísimo Charles Darwin la teoría de la evolución, y la segunda reserva marina más grande del planeta, reciben anualmente más de 200.000 visitas de personas que viajan de todas partes del mundo para disfrutar de su maravillosa diversidad biológica.

El turismo, menoscabado en 2020 por la pandemia de COVID-19 y las restricciones de viaje, es la principal fuente de ingresos de sus 33.000 habitantes, que ahora se encuentran en una situación compleja que afecta directamente su capacidad para proteger la flora y la fauna del llamado “laboratorio vivo de biodiversidad más grande del mundo”.

“El impacto mundial sobre el turismo por el COVID-19 ha afectado de manera radical la economía de todos aquí. Un 85% de nuestra actividad económica depende de manera directa o indirecta del turismo. Tuvimos 275.000 turistas en el 2019, y hubo una disminución de un 75% este año. Estamos en un proceso de reactivación lento”, aseguró el presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos, Norman Wray, durante una conferencia de prensa virtual.

Wray señala que, aunque esperan que los números de turistas aumenten de manera progresiva en los próximos meses, la previa “normalidad” está lejana. En septiembre, habrían llegado un poco más de 1500 turistas; en octubre, unos 3300; y en noviembre unos 3700.

“De todas maneras son cifras mensuales mucho menores a las del año pasado, así que eso refleja con gravedad la situación que tenemos. Los habitantes están teniendo graves problemas de ingresos”, explicó.

Consejo de Gobierno de Galápagos. Las restricciones por el COVID-19 han afectado a las Islas Galápagos cuya economía depende principalmente del turismo.

Recuperándose en comunidad

Para el director del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en América Latina, Luis Felipe López-Calva, es esencial recuperar la actividad económica en Galápagos de una manera que sea productiva, incluyente, resiliente, y amigable con el medio ambiente.

 “Y sobre todo que sean las comunidades quienes lideren este proceso de desarrollo”, enfatizó

Norman Wray asegura que esto ya está ocurriendo, y que ha visto una respuesta interesante de algunos sectores de la comunidad en buscar una respuesta solidaria y colectiva para salir adelante.

“Con las autoridades seguimos trabajando en la base misma de la economía que es la salud, la salud y salud. Al COVID se le combate en la comunidad, no en los hospitales, lo que queremos es evitar que la gente en situación vulnerable se contagie”, dijo.

Teniendo en cuenta la grave situación, el PNUD en Ecuador junto con la Universidad San Francisco de Quito y el Consejo de Gobierno para el Régimen Especial de Galápagos elaboraron un proyecto para las Islas centrado en el apoyo a la recuperación económica de los habitantes de la isla.

“Estamos lanzando una campaña a la que invitamos a todos a participar para tener ciertas actividades de recuperación. Vamos a distribuir efectivo a cambio de trabajo, vamos a capacitar a empresarios e innovadores y vamos a empoderar a las comunidades para que sean ellas quienes protejan el patrimonio natural de Galápagos. Esperamos que todos puedan ser parte de este gran ejercicio”, aseveró López-Calva.

La iniciativa “Salvemos las Islas Galápagos: Empoderar a su gente”, invita a las personas de todo el mundo a donar a través de su página web para así recaudar fondos estilo crowdfunding, que serán invertidos en la comunidad a través de oportunidades de empleo, y proyectos de desarrollo sostenible que aportarán a la protección de la biodiversidad, el tesoro de las Galápagos.

“Invertir en la gente es invertir en la conservación, esto es muy importante. Tenemos que aprender de la pandemia todo esto que nos ayudara también a ser más fuertes frente a los impactos del cambio climático que se nos viene, o ya está aquí mejor dicho”, aseguró Norman Wray.

El presidente del Consejo de Gobierno de las islas asegura que se trata de un llamado a la acción colectiva que genera voluntad y apoyo a todos aquellos en Ecuador y en el mundo que aman Galápagos.

“Que lo conocieron o lo quieren conocer, o saben de él. Que sepan que aquí vive gente de carne y hueso que es la primera línea de defensa de este patrimonio natural, y que al serlo es ahora cuando necesitan un apoyo firme y comprometido que permita que esta iniciativa, que es inicial, pero va a demostrar que podemos conectar conservación con protección social y con trabajo y yo creo que de eso se trata, de fortalecer la ciencia y la lucha contra el plástico”, agregó.

Consejo de Gobierno de Galápagos. Una mujer vende artesanías a los turistas en las Islas Galápagos.

Reconociendo a los voluntarios que luchan contra el plástico

Una parte del proyecto impulsado por el PNUD consiste en remunerar actividades que usualmente se han hecho de manera voluntaria, como las limpiezas costeras.

En Galápagos existe un gran desafío con el plástico, que ya había sido previamente descrito por Wray a Noticias ONU. Debido a las corrientes marinas, las islas reciben plásticos y microplásticos procedentes de Indonesia, Filipinas, Taiwán, España, México, Perú, así como de otras partes del mundo que contaminan sus playas y amenazan los ecosistemas. A pesar de que desde el 2014 se prohibieron las bolsas desechables, hasta el 2019 se habían recogido 20 toneladas de plásticos en tres años de limpiezas que se realizan cuando hay suficientes voluntarios y recursos.

Maria Fernanda Santos, hace parte de la ONG Frente Insular, una de las organizaciones involucradas en estas limpiezas en los últimos años, ella participó por primera vez en un evento de este tipo recientemente.

“Quede tan asombrada de ver tanto micro plástico, tanto plástico que cuando uno llega a la playa no lo visualiza, pero porque está escondido en la arena. Uno piensa que las playas están limpias, pero nunca vas al fondo y ves que hay tanta cantidad.  Tanta basura está dañando el ecosistema aquí en Galápagos y deberíamos ayudar y para involucrarnos todos, no tanto por algo económico, sino algo que hagamos de corazón para salvar nuestros ecosistemas”, contó durante el lanzamiento de la iniciativa.

Wray asegura que espera que estas actividades voluntarias de las limpiezas costeras se puedan potenciar aún más con la iniciativa.

“Con la comprensión clara de que allí también puede generarse un ingreso y un compromiso, en el marco de ir generando las bases para un sostenimiento social y ambiental y quizá en el futuro de Galápagos de ir disminuyendo nuestra dependencia del turismo que siempre existirá, pero articulando y potenciando aquellas cosas que van a contrarrestar los retos de la comunidad y el impacto ambiental”, dijo.

Alberto Andrade, presidente de Frente Insular asegura que su organización realiza más de 170 actividades de limpieza voluntaria anuales y su objetivo es aportar a la comunidad de Galápagos, minimizar los costos y maximizar los resultados de protección medioambiental.

“A nosotros lo que nos gusta hacer es defender los derechos de la naturaleza, hemos vivido la polución plástica, hemos visto el gran trabajo que ha hecho Galápagos para combatirla y hemos sido voluntarios de algunas organizaciones y ONGs que involucran a diferentes sectores de la comunidad, pescadores, guías, amas de casa, y lo más hermoso de todo esto es acercar a esta comunidad a los servicios ambientales, estos servicios que a veces los tenemos tan cerca pero a la vez tan lejos”, explicó.

Consejo de Gobierno de Galápagos. El 80% de los habitantes de las Islas Galáapagos depende del turismo para sobrevivir.

Las tres fases de la campaña

Para Matilde Mordt, representante del PNUD en Ecuador, la pandemia de COVID-19 es un llamado de atención a la humanidad que ahora ve de manera directa las consecuencias de la degradación de los ecosistemas. La campaña busca abordar varios frentes, explica.

“No es solamente un enfoque ambiental si no que la emergencia de la pandemia agrava desigualdades y vulnerabilidades persistentes en la población local que hay que atender”.

La primera fase del proyecto consiste en un apoyo de emergencia para recuperar medios de vida de la población a través de un mecanismo de pago por trabajo.

“Durante este proceso tenemos líderes de la conservación seleccionados en Galápagos. Alrededor de 90 guías locales del Parque Nacional que van a recibir apoyo financiero para ayudar con el mantenimiento del área protegida dando de esta manera ingresos urgentes para hombres y mujeres locales y la protección ecológica. Esto ya ha comenzado este mes y gracias al Galapagos Conservation Trust vamos a poder alargar este proyecto hasta enero”, explicó.

La fase dos, que comenzará en enero de 2021, invita a la comunidad de Galápagos a participar en un proceso de pago por capacitación, es decir, recibirán un salario mientras reciben orientación en formación de empresas verdes y otros temas de desarrollo sostenible.

“Los participantes serán seleccionados teniendo en cuenta la equidad de género y la protección ambiental. Daremos herramientas y orientación para empresas ecológicas y para que puedan resistir la situación actual y se preparen para el futuro. Estos emprendedores recibirán un salario para ayudarles a sobrevivir la emergencia, y se dará capacitación en una variedad de temas como canales de marketing digital, asesoría financiera, nuevos métodos de pago, buenas prácticas ambientales entre otros”, aseguró Mordt.

Noticias ONU/Hua Jiang. Un arrecife en las Galápagos, Ecuador.

Finalmente, la fase tres, se enfoca en mejorar o crear ideas para pequeños negocios y así fortalecer las capacidades empresariales de la comunidad.

“Los proyectos más innovadores y los más inclusivos, van a tener una fase de mentoría adicional con expertos de la Universidad (de San Francisco de Quito) con el objetivo de garantizar el desarrollo y la sostenibilidad de sus emprendimientos. Un panel de expertos va a seleccionar a las empresas de mayor impacto y va a ver unos premios especiales para ellos, además de un financiamiento semilla para su plan de negocios y asistencia técnica”, dijo.

La campaña Salvemos las Islas Galápagos espera recaudar un mínimo de 100.000 dólares, las donaciones pueden hacerse a través de su página web

“Cuantas más donaciones se reciban más emprendedores y proyectos de las islas se podrán apoyar. Les invitamos a unirse a donar y a difundir entre sus contactos y amistades”, concluyó la representante del PNUD.

Para Norman Wray, el apoyo del público demostrará que si es posible generar solidaridad con las Islas que tanto le han dado al planeta.

“Un referente de ciencia, de investigación, de protección de sitios prístinos y adicionalmente de manejo y de conservación. Es el primer patrimonio natural de la humanidad y los seres humanos aquí cada vez están más comprometidos con este”.

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