A pesar de los indiscutibles beneficios que la industria minera ofrece, es también una actividad que tiene una enorme influencia sobre el medio ambiente, pues las labores propias de las faenas generan residuos que podrían causar contaminación en suelos, aguas, napas subterráneas y aire de las localidades aledañas a los yacimientos.
Una situación que advierte el académico de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la sede Concepción de la Universidad San Sebastián, Iván Ñancucheo, se refiere a las faenas mineras abandonadas, que “podrían representar preocupaciones ambientales, ya que es posible que se generen soluciones conocidas como drenajes ácidos de minas, fenómeno que además se puede presentar naturalmente en cualquier yacimiento cuprífero del país y que, a raíz de la propia actividad minera, es acelerado”.
Sin embargo, explica que “estas aguas que se lixivian desde estos sitios son fuentes de metales con valor agregado que podrían ser recuperadas. En esta área, los sistemas biológicos que utilizan bacterias acidófilas reductoras de sulfato (aSRB) representan una estrategia atractiva comparada con los sistemas convencionales de remediación, ya que estos últimos requieren disponer los residuos tratados en vertederos controlados, además de no permitir recuperar los metales de interés”.
Sistema biotecnológico
Precisamente en esa línea, el académico de la Universidad San Sebastián ha desarrollado durante los últimos años un sistema biotecnológico usando aSRB, demostrando que es posible recuperar selectivamente metales como cobre y zinc en biorreactores a escala de laboratorio. El investigador destaca que “este sistema ha sido probado eficientemente para tratar diferentes aguas de minas abandonadas del Reino Unido y Alemania”, y actualmente participa en un proyecto con el Instituto SENAI de Inovação em Tecnologias Minerais y el Instituto Tecnológico de la Minera Brasileña Vale, para implementar este sistema como opción de tratamiento factible y sostenible para una mina de cobre actualmente operando en el Estado de Pará, Brasil.
En la USS, Ñancucheo dirige el proyecto Fondecyt de Iniciación “Selective formation of metallic nanoparticles from mine water uning low pH”, que utiliza un consorcio microbiano nativo de aSRB recientemente aislado desde un drenaje natural desde el norte de Chile, para recuperar metales de aguas de minas en forma de nanopartículas de sulfuros metálicos. “Estas nanopartículas representan un valor agregado para estos metales debido a sus diversas aplicaciones, ya sea para construcciones a nanoescala como también en la optoelectrónica, donde a partir de los puntos cuánticos de sulfuros de zinc se fabrican diodos láser, emisores de luz más eficientes que los usados hoy, por ejemplo, en lectores de DVD y códigos de barras. Además se abren muchas más posibilidades en células fotovoltaicas y en telecomunicaciones”, puntualiza.
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