En nuestro país existen más de 26 millones de celulares, según datos del INE correspondientes al año 2015. Ese número corresponde a un alza del 1,5% respecto del 2014, y seguramente ya a esta altura del 2016 la cifra habrá crecido. Por otro lado, la industria de telefonía asegura que el promedio de usuarios cambia su teléfono móvil cada un año y medio o dos años, aunque la tendencia a hacerlo en menos tiempo es fuerte. Consecuencia de ese panorama: una gran cantidad de aparatos sin uso, guardados en las casas o botados en la basura común.
Conscientes de que los celulares en desuso pasan a ser un residuo electrónico, que sin el tratamiento adecuado podrían ser fuente de contaminación, fundación Chilenter buscó un tratamiento sustentable para más de 3.800 de estos equipos, exportándolos a Japón, en donde serán desarmados y fundidos, para rescatar sus materiales, especialmente los metales preciosos que contienen (oro, plata, cobre, platino).
“Para nuestra fundación la recolección y tratamiento de celulares es un trabajo relativamente reciente, pero creemos que el vital desarrollarlo en esta sociedad altamente tecnologizada. Además son una fuente materiales valiosos, que permiten ahorrar recursos naturales limitados, como los metales preciosos. Imagínate que de una tonelada de material (piedras, rocas) de la minería extractiva se pueden obtener 5 gramos de oro, mientras que una tonelada de teléfonos móviles contienen 400 gramos de oro”, cuenta la Directora Ejecutiva de Chilenter, Irina Reyes.
Además de celulares, esta exportación incluyó otras piezas de medio y alto grado, es decir, con alto contenido de metales preciosos: 2.8 toneladas de circuitos impresos de medio grado, 1.8 toneladas de circuitos impresos de alto grado y 300 kilos de memorias RAM. En total, la exportación fue de 5,37 toneladas de residuos electrónicos que tendrán una nueva vida útil a través del reciclaje.
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