Cuando todavía faltan cinco meses para finalizar 2019, este 29 de julio la humanidad ya agotó su presupuesto anual de recursos naturales. Nunca el Día de Sobrecapacidad de la Tierra se había alcanzado tan temprano en el año, lo cual constituye un duro recordatorio de que la actividad humana está acabando con los recursos finitos de nuestro planeta.
El Día de Sobrecapacidad de la Tierra es la fecha en que la demanda anual de recursos naturales sobrepasa lo que los ecosistemas del planeta pueden regenerar en ese año. Desde hace dos décadas, este umbral se ha adelantado tres meses, lo que significa que estamos agotando nuestro capital natural cada vez más rápido.
La fecha es calculada por la organización internacional de investigación Global Footprint Network, que utiliza una herramienta de huella ecológica. El excesivo gasto ecológico implica deforestación, erosión del suelo, pérdida de biodiversidad y más emisiones de carbono.
Para preservar nuestro planeta, el crecimiento económico debe desacoplarse del consumo de recursos finitos y los productos deben diseñarse para impedir la generación de desechos.
Esto es exactamente lo que Magna Coeli se propuso hacer cuando en 1990 creó la empresa de textiles Refazenda, en Recife, Brasil. Mucho antes de que la palabra “suprareciclaje” entrara en el lenguaje común, la estilista brasileña encontró una manera de convertir la basura en tesoro: recolectando telas desechadas y usándolas para confeccionar ropa nueva, joyas y accesorios.
Su visión está arraigada en su infancia.
“Mi padre era sastre y mi madre costurera, y de niña aprendí a coser ropa para mis muñecas. Recuerdo usar los fragmentos de tela generados en la sastrería de mi padre como materia prima para la confección de la ropa", dijo.
Los trabajadores de Refazenda usan mosaicos hechos con restos de tela como materia prima para el diseño de nuevos artículos. Aunque la empresa comenzó a fabricar telas para el hogar, hoy fabrica ropa y produce telas naturales con base en algodón, seda y lino orgánicos.
También emplea a fabricantes locales de encajes, con lo cual proporciona trabajo a artesanos calificados que habían perdido sus oportunidades debido a la llegada de las nuevas tecnologías. Refazenda además organiza talleres para ayudar a los consumidores a reciclar su propia ropa y extender la vida útil de sus armarios.
Cada año, el sector de la moda utiliza alrededor de 93.000 millones de metros cúbicos de agua y vierte en el mar medio millón de toneladas de microfibras
"Ahora miro hacia atrás y entiendo que siempre he buscado formas de practicar el suprareciclaje, mucho antes de que se creara el concepto y se definiera su significado en los diccionarios", dijo Coeli. "La esencia del ‘reciclaje con valor agregado’ es parte del concepto de este negocio, junto con el deseo de pensar la moda de manera circular", indicó.
Coeli cree que no es posible ser ambientalmente sostenible sin también ser social y financieramente sostenible también.
"Mantenerse comprometido con las tres dimensiones de la sostenibilidad es primordial. El descuido de cualquiera de estos pilares es romper el concepto ideal de sostenibilidad. El gran desafío es la búsqueda constante del equilibrio entre las dimensiones social, económica y ambiental. Y esto se logra siendo lo más consciente y transparente posible”, explicó la diseñadora.
El impacto ambiental de la llamada moda rápida es ampliamente reconocido, y múltiples esfuerzos se están llevando a cabo para tratar de repensar la industria, que es la segunda más contaminante del mundo.
Cada año, el sector de la moda utiliza alrededor de 93.000 millones de metros cúbicos de agua y vierte en el mar medio millón de toneladas de microfibras. Esta industria es responsable de más emisiones de carbono que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados.
ONU Medio Ambiente, que trabaja con el sector textil para promover la transición hacia una economía circular, alberga la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible, una iniciativa que busca contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de una acción coordinada en el sector de la moda.
Todas las industrias y sectores necesitan diseñar productos más resistentes. ONU Medio Ambiente está trabajando para promover la durabilidad en el sistema de manufactura global al combatir la obsolescencia programada y alentar a los fabricantes a ofrecer servicios de mantenimiento y reparación.
Como parte de su trabajo en la red One Planet, ONU Medio Ambiente, la Universidad Tecnológica de Delft y el Instituto Akatu produjeron un informe y una serie de estudios de casos para brindar recomendaciones sobre la implementación de estrategias que consideran el ciclo de vida del producto a nivel de consumidor, sector privado y gobierno.
Una transición hacia una economía más circular y hacia prácticas de consumo y producción más sostenibles tendrá sentido para las personas y el planeta
La perspectiva a largo plazo: Cómo extender la vida útil de los productos fue financiado por el Ministro de Transición Ecológica y Solidaria de Francia, y Refazenda se presentó como un estudio de caso para inspirar a otros empresarios.
"Con la duplicación de la clase media global esperada para los próximos años, se reconoce ampliamente que el modelo económico lineal está alcanzando sus límites físicos y ambientales, y una transición hacia una economía más circular y hacia prácticas de consumo y producción más sostenibles tendrá sentido para las personas y el planeta ", afirma el informe.
Ligia Noronha, directora de la División de Economía de ONU Medio Ambiente, dijo que “debemos reformar el modelo económico global de tomar-hacer-desechar, que se basa en grandes cantidades de energía y materiales baratos, y de fácil acceso”.
“La única forma en que todos podamos sobrevivir en este planeta, al mismo tiempo que garantizamos la salud y la dignidad de todos, es cambiar radicalmente la forma en que producimos, consumimos y vivimos nuestras vidas. Es urgente una transición hacia una economía más circular y hacia patrones de consumo y producción sostenibles”, dijo Noronha.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 se refiere directamente a la producción y el consumo responsables, con metas específicas sobre el uso eficiente de los recursos naturales, la reducción del desperdicio de alimentos y el manejo adecuado de los productos químicos y los desechos a lo largo de sus ciclos de vida.
“Extender la vida útil de los productos ayuda a reducir el uso de recursos y el desperdicio, al tiempo que conserva el valor económico incorporado en los bienes. Es una situación ganar-ganar para el medio ambiente, la economía y la sociedad. Podemos reducir el desperdicio y ahorrar recursos, la economía gana porque las empresas ahorran dinero y la sociedad gana porque las personas obtienen una mejor relación calidad-precio por lo que compran", dijo Noronha.
La necesidad de hacer más con menos constituye el núcleo de los esfuerzos para garantizar la supervivencia de nuestro planeta ante el crecimiento de la población, el cambio climático y otros desafíos. Para resaltar la necesidad de actuar con urgencia en estos temas interrelacionados, se celebrará la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas, el 23 de septiembre de 2019, en Nueva York.
Coeli reconoce que puede ser difícil promover negocios innovadores como el de ella en economías en desarrollo, en donde puede faltar el apoyo oficial y financiero. Pero cree que la demanda de una forma de vida diferente llegó para quedarse.
“Hoy en día, los consumidores se identifican cada vez más con nuestra marca. El mercado de la moda ha cambiado a una velocidad nunca antes vista. La moda rápida está dando paso a algo nuevo. Este nuevo momento tiene en su núcleo al comportamiento sostenible y un cambio de paradigma sobre lo que significa vestirse", dijo Coeli.
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