Wall-E, un pequeño robot diseñado para limpiar la basura que cubre la Tierra después de que ésta fuese devastada y abandonada por el ser humano en un futuro lejano, nos robó el corazón a quiénes hemos visto la película de la factoría que consigue que los adultos nunca olvidemos nuestro niño interior.
Wall-E (Disney-Pixar)
En 2015, un adolescente boliviano se basó en esta película para diseñar a Wall-Ekitt a partir de materiales que recogía de la basura. Ese robot de lata capaz de moverse controlado desde un smartphone y también capaz de detectar y evitar obstáculos, supuso para su creador una beca universitaria tras ganar una Olimpiada Estudiantil.
Wall-Ekitt
Pero la misión de Esteban Hopes apunta mucho más alto que crear robots a partir de desechos. El sueño de este joven boliviano es hacer que sus robots tengan algo especial para proteger el medioambiente. Se trata de demostrar que la basura no es basura como parece, sino que a partir de ella pueden crearse cosas útiles y bonitas; que la basura no tiene por qué ser el final.
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