Las cenizas de biomasa son un fertilizante adecuado para 'Pinus radiata'

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(SINC/Tecnalia) Una investigación realizada por el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker-Tecnalia, ha demostrado que las cenizas procedentes de combustión de biomasa arbórea son un fertilizante adecuado para las plantaciones de Pinus radiata.

La producción de energía mediante la combustión de biomasa se considera una energía limpia porque es neutra en lo que respecta a carbono. Sin embargo, genera grandes cantidades de ceniza que deben ser gestionadas adecuadamente. De ahí el interés por buscar un aprovechamiento de este producto y cerrar su ciclo productivo, indica la institución.

Los ensayos realizados por Neiker-Tecnalia ponen de manifiesto que la ceniza de caldera de biomasa es un producto heterogéneo cuya composición depende, entre otros factores, no sólo de la materia prima utilizada, si no del proceso de combustión también.

La ceniza no presentó niveles tóxicos en bioensayos realizados, según la legislación vigente sobre caracterización de residuos tóxicos o peligrosos, aunque mostró cierta toxicidad para bacterias de lo géneros Microbacterium y Citrobacter. Su pH básico, no corrosivo, su baja concentración en metales pesados, y la baja lixiviación de los mismos en ensayos de columnas en laboratorio, garantizaron la inocuidad de su aplicación en campo donde mostró potencial fertilizante para fósforo y magnesio.

Además, según Neiker-Tecnalia, los niveles de metales pesados no esenciales analizados (cadmio y plomo) se encuentran dentro de los rangos normales que permiten el óptimo desarrollo de los organismo vivos. Otra característica adecuada de la ceniza que se ha probado es que sus partículas tienen tamaños que se encuentra entre 2 mm y 250 micras. La fracción polvorienta (<250 micras) es muy pequeña, lo que facilita su aplicación en campo por parte del personal que realiza las tareas de aplicación.

Aumento del nivel de nutrientes

Con la cosecha, claras, aclareos y podas de los árboles de las masas forestales de gestión intensiva, se extrae buena parte de los nutrientes del sistema. Por lo tanto, la aplicación de cenizas de biomasa arbórea se presenta como una alternativa para retornar estos nutrientes corrigiendo los niveles de nutrientes de los suelos, explica la institución.

Otro beneficio potencial y que está en fase de estudio en Neiker-Tecnalia puede ser la mejora en las propiedades físicas del suelo. La ceniza puede aumentar la porosidad del terreno, lo que supone una mejor aireación del suelo y, por tanto, una mayor permeabilidad hídrica. Además, el suelo puede aumentar su capacidad de retener agua, con lo que se reduciría el riesgo de escorrentía superficial.

Es fundamental continuar con el estudio de este ensayo ya que los sistemas forestales presentan una gran inercia. De igual manera, es importante establecer otros en los que se ensayen diferentes cenizas en distintos sistemas agrarios para conocer el potencial de su aplicación como fertilizante a mayor escala, conluye el grupo.

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