La prueba piloto, que se desarrollará durante 18 meses, tiene en cuenta todo el proceso de la botella, desde su etiquetado, lavado, distribución en el mercado hasta la recolección de las botellas vacías. Las cuatro bodegas participantes (Cooperativa Falset Marçà, Vinyeta, Talcomraja y Vins Pravi) ya están distribuyendo en los restaurantes sus botellas con una etiqueta que indica que son reutilizables. Cuando se consumen estas botellas, los restaurantes las guardan y los mismos distribuidores de las bodegas las recogen por logística inversa y las almacenan. A continuación, cuando el volumen de botellas recolectadas es suficiente para que su transporte sea óptimo y eficiente económica y ambientalmente, las botellas vacías son transportadas hasta la planta de lavado. Allí, las botellas se limpian y se devuelven a las bodegas para que comiencen de nuevo el ciclo.
Además de restaurantes, la prueba piloto también incorpora comercios como puntos de retorno de botellas. De este modo, el proyecto prevé recuperar alrededor de 100.000 botellas, lo que se estima que podría evitar aproximadamente 45 toneladas de residuos de envases de vidrio.
Durante todo el desarrollo de la prueba se hará un seguimiento de los impactos ambientales y socioeconómicos del proyecto y su viabilidad, a fin de poder valorar cuantitativa y cualitativamente los beneficios que puede aportar. Si los resultados son positivos, el objetivo es implementar en un futuro este sistema de economía circular para reutilizar las botellas al sector vitivinícola de Cataluña. Así, se conseguirá reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la generación de residuos y el consumo energético. Aparte de estos beneficios ambientales, el sistema también supondrá un ahorro económico para las bodegas y, por tanto, un factor de competitividad.
Recuperar la reutilización
Actualmente, la reutilización, a pesar de ser una prioridad en la jerarquía europea de residuos, se encuentra en retroceso en Cataluña. Según datos de la Asociación de Empresas de Distribución y Logística de Bebidas y Alimentación de Cataluña (ADISCAT), sólo en los últimos 6 años ha disminuido un 36%.
Los envases de vino no se reutilizan en ninguno de sus canales de distribución, ni siquiera en hoteles, restaurantes y cáterin, como ocurre en otros sectores de bebidas, como los envases de refrescos o cervezas. Por ello, el proyecto reWINE, impulsado por el Parc de Recerca UAB, la Agencia de Residuos de Cataluña, Rezero - Fundación Catalana para la Prevención de Residuos y el Consumo Responsable, la spin-off de la UAB Inèdit y la Cooperativa Falset Marçà, y que cuenta con el apoyo del programa LIFE de la Unión Europea, tiene el objetivo de identificar las oportunidades y barreras de la reutilización de botellas al sector del vino.
La Unión Europea apoya también la necesidad de invertir en la reutilización a través del nuevo paquete de Economía Circular y la Generalitat de Cataluña, a través del Programa general de prevención y gestión de residuos y recursos de Cataluña -PRECAT20- estableciendo objetivos específicos de reutilización para envases de bebidas.
Comentarios