Clara Pérez, Responsable de Comunicación de AMBILAMP, organización centrada en el reciclaje de residuos de lámparas (fluorescentes, bajo consumo, lámparas de descarga y leds) y de luminarias y, a partir del próximo mes de agosto también de material eléctrico, fue entrevistada en el último número de la Newsletter de Sogama para dar a conocer los pormenores del trabajo de una entidad que, desde 2005, momento en el que dio comienzo su labor, ya ha logrado dar una nueva vida a más de 174 millones de unidades de lámparas o, lo que es lo mismo, 23.000 toneladas, contabilizando, además, desde 2012, 4.888 toneladas de luminarias recicladas. Las cifras crecen año a año, habiendo recogido en 2017 para su reciclaje 2.649 toneladas de residuos de lámparas y 1.779 toneladas de residuos de luminarias
Red conformada por más de 35.000 puntos de recogida y plantas
Ello ha sido posible gracias a un robusto y afianzado sistema logístico conformado por más de 35.000 puntos de recogida, ofreciendo al ciudadano distintas opciones para colaborar en el sistema: a través del punto limpio municipal más cercano o bien a través del comercio en el que adquieran una lámpara nueva, donde podrán encontrar contenedores de AMBILAMP.
Para facilitar la colaboración de la población y de los propios profesionales, la entidad dispone en su página web de un localizador de puntos de recogida. No en vano, uno de sus principales objetivos es, en el marco del principio de proximidad y eficiencia, acercar el contenedor a los usuarios Cuando éste se encuentra próximo al 80% de su capacidad, desde el propio punto de recogida se tramita la comunicación a AMBILAMP, que se encarga de recoger el residuos y, además, lo hace de forma gratuita.
Desde estos centros de acopio, los residuos de lámparas se transportan a las plantas de tratamiento con las que la organización trabaja y que están situadas en distintas áreas geográficas de España: Recypilas (Bilbao), UTE Vilomara (Barcelona), Recilec (Sevilla), Recybérica Ambiental (Madrid) y Vaersa (Valencia).
En los centros de tratamiento se separan los distintos materiales que conforman los residuos de lámparas y luminarias a fin de propiciar su posterior recuperación y darles una nueva vida. Es el caso del vidrio, que se utiliza en la fabricación de frascos, asfalto y cerámicas, o los metales, que se reincorporan a la industria siderúrgica para ser transformados en nuevos objetos de metal. El plástico también se recicla para distintas aplicaciones y, en el caso de los polvos fluorescentes que contienen mercurio, son almacenados en condiciones de seguridad.
La protección del medio ambiente: marco de referencia
Pero el cometido de AMBILAMP no se limita únicamente a la dotación de medios y organización del aparato logístico, sino que lleva a cabo igualmente una intensa labor de educación, formación y sensibilización en la materia. El éxito de sus campañas tiene su fiel reflejo en los resultados obtenidos a nivel de recogida y reciclaje de los materiales que se encuentran bajo su competencia. Y todo ello con un fin último: que los ciudadanos sepan e interioricen que un sencillo gesto como es reciclar una lámpara o una luminaria puede contribuir en gran medida a cuidar el medio ambiente.
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