El compostaje doméstico y la valorización energética, compatibles y complementarios

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Sobre la Entidad

SOGAMA
La Sociedade Galega do Medio Ambiente (SOGAMA) es una empresa pública autonómica, creada en el año 1992 por el Decreto 111/1992 de la Xunta de Galicia, y adscrita a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas.
  • compostaje doméstico y valorización energética, compatibles y complementarios
  • Así lo manifestó el Presidente de Sogama, Javier Domínguez Lino, en una entrevista concedida a la Radio Galega, donde indicó que 134 de los 295 ayuntamientos adheridos voluntariamente al modelo impulsado por esta empresa pública ya forman parte de su programa de autocompostaje.
  • No obstante, precisó que la operativa “no se puede llevar a cabo de cualquier forma”, por lo que la entidad definió en su momento un protocolo de actuación por el que se rigen los municipios participantes y que ya está dando como resultado un compost de alta calidad.
  • A través del reciclaje de la materia orgánica en origen, los ayuntamientos obtienen importantes beneficios ambientales, económicos y sociales, encargándose Sogama de valorizar energéticamente la parte no reciclable.

En una entrevista concedida a la Radio Galega, el Presidente de la Sociedade Galega do Medio Ambiente, Javier Domínguez Lino, insistió, una vez más, en que el compostaje doméstico y la valorización energética de la fracción no reciclable de los residuos son procesos “absolutamente compatibles y complementarios”, extremo que “ya hemos demostrado”, habiendo repartido cerca de 6.000 compostadores. De hecho, esta empresa pública gestiona los residuos urbanos producidos por 295 ayuntamientos adheridos voluntariamente a su modelo, formando parte de su programa de autocompostaje 134, a los que habría que sumar 54 centros educativos y 9 colectivos sociales, una cifra que seguirá creciendo durante los próximos meses.

Protocolo de actuación

No obstante, Domínguez precisó que el autocompostaje no se puede hacer de cualquier forma, sino que requiere de un protocolo de actuación que la compañía se encargó de definir y diseñar para facilitar la labor de los ayuntamientos y lograr que éstos obtengan un compost de calidad.

La materia orgánica supone alrededor del 40% de la composición global de la basura

En este sentido, trasladó que las viviendas participantes en la iniciativa que nos ocupa deben ser unifamiliares y contar con huerto y/o jardín en el que aplicar el abono resultante. Para ello, Sogama proporciona los medios materiales (compostadores) y divulgativos (carteles y manuales), impartiendo igualmente un curso de formación presencial dirigido a los vecinos de las distintas localidades.

Y este conjunto de actuaciones se desarrollan con la cooperación e implicación de los entes locales, que se encargan posteriormente del seguimiento casa por casa, comprobando in situ el proceso, corrigiendo posibles errores y solventando dudas. El fin último no es otro que conseguir un buen compost que pueda ser aplicado al suelo con absolutas garantías y que, por tanto, cumpla con todos los requisitos establecidos por la normativa vigente. Así lo acreditó en su momento la Universidad de Santiago de Compostela, encargada de realizar en varias ocasiones el análisis científico de muestras de abono extraídas de distintos municipios.

A fin de enriquecer la formación de base de los usuarios, Sogama editó un vídeo didáctico y puso en marcha una página web, donde se recoge toda la información de interés: dónde colocar el compostador, qué depositar y qué no depositar en el mismo, cómo controlar parámetros tales como la temperatura y humedad, como corregir errores, cómo actuar ante determinadas incidencias, etc.

Múltiples beneficios

El compostaje doméstico y la valorización energética de la fracción no reciclable de los residuos son procesos “absolutamente compatibles y complementarios”

Con ello, ayuntamientos y participantes podrán obtener importantes beneficios. Desde el punto de vista ambiental, porque se reduce el depósito de residuos orgánicos en los contenedores verdes convencionales y, en consecuencia, la frecuencia de recogida y transporte, lo que se traduce en menores emisiones de CO2.

Desde el punto de vista económico, porque al disminuir las cantidades de basura (bolsa negra) entregadas a Sogama, se aminora el importe de la factura a pagar a esta empresa.

Y desde el punto de vista social, porque se recupera una tradición en Galicia como es la separación de la materia orgánica para alimento del ganado y/o elaboración de compost, al tiempo que se reducen los desplazamientos que los ciudadanos deben realizar a los contenedores, alejados en algunos casos de las viviendas del rural debido a la alta dispersión de la población.

Dado que la materia orgánica supone alrededor del 40% de la composición global de la basura, si se consigue cerrar su ciclo de aprovechamiento y reciclado in situ, se evitará su remisión a Sogama, relegándose la actividad de esta compañía al tratamiento de la parte no reciclable de los residuos y su posterior conversión, con todas las garantías medioambientales, en energía eléctrica.

Prueba de la pulcra gestión industrial que la entidad lleva a cabo son sus niveles de emisión a la atmósfera, que se sitúan muy por debajo de los límites legales.

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