La Comunidad de Madrid y la Guardia Civil han clausurado en la Cañada Real Galiana las dos mayores escombreras ilegales de residuos de construcción y demolición (RCD) que existían en la región.
Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y de la consejería constataron que en la Cañada Real se asentaban dos empresas que, a pesar de haber sido denunciadas en varias ocasiones, mantenían su actividad ilegal.
Los transportistas accedían a una nave donde vertían los escombros que, tras el correspondiente cobro, eran almacenados.
Cuando en la nave se quedaban sin espacio físico, y después de recuperar los residuos de más valor como metal o madera, sacaban los escombros en camiones, generalmente durante la noche, y los vertían muy cerca de la Cañada Real.
Paralelamente a la clausura de estas dos escombreras, la Guardia Civil ha intensificado su presencia en esta zona para controlar e impedir que los camiones que lleguen hasta allí con los residuos puedan verterlos.
Además, la Consejería de Medio Ambiente ha iniciado una campaña de inspección y control de los residuos de construcción y demolición en las propias obras.
Expedientes anteriores
Desde 2007 se han tramitado una media de 380 expedientes sancionadores anuales por infracciones relacionadas con la mala gestión de esos residuos, y se han dictado 13 órdenes de suspensión inmediata de la actividad en otros tantos vertederos e instalaciones ilegales.
Además, cuarenta expedientes sancionadores se han resuelto con multas que oscilan entre los 25.000 y los 600.000 euros.
La Comunidad de Madrid cuenta con 27 instalaciones autorizadas para el almacenamiento, clasificación, reciclaje y eliminación de residuos de construcción y demolición.
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