La nueva campaña de sensibilización 'Envàs on vas' genera un debate sobre el modelo de gestión de residuos

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¿Donde vas, envase? es una campaña para fomentar la recogida selectiva de envases ligeros impulsada por el Área Metropolitana de Barcelona en el marco de la Campaña Objetivo Residuos (COR) y que tiene el apoyo de Ecoembes y Ecovidrio .

Bajo el lema ¿Dónde vas, envase? , la campaña quiere sensibilizar a la ciudadanía sobre la recogida selectiva , el tratamiento y el posterior reciclaje de los residuos. Las actuaciones se centra en los envases de plástico, latas y briks, vidrio y papel y cartón que se depositan en los contenedores amarillo, verde y azul respectivamente. 

 

 

Polémica tras la difusión de la campaña

Este anuncio ha desencadenado un debate con voces críticas que exigen un modelo diferente para la gestión de nuestros residuos. 

Víctor Mitjans,  director de estudios de Retorna, analiza desde su punto de vista de su organización contenido de la campaña en un artículo en su página web comentando lo siguiente:

"Bajo el lema 'Envase, dónde vas' (Envàs on vas), la campaña se ha centrado nuevamente en los residuos de envases domésticos, que parecen ser la fracción de los residuos que más preocupa a las administraciones. Sin embargo, si vamos un poco más allá, veremos que las razones de la campaña están lejos de obedecer a razones de gestión pública. A diferencia de las campañas comunicativas anteriores, esta se centra no tanto en tratar de aumentar la participación de la población en la recogida selectiva, sino en reducir la cantidad de lo que, en la jerga del gremio, llamamos impropios: aquellos residuos que 'ensucian' el proceso de recogida selectiva y reciclaje. En el caso de la materia orgánica, parece evidente que encontrarse una bolsa de plástico, una pila o una lata dificultan su reciclaje (o compostaje). Pero en el caso de los envases, ¿dificulta su reciclaje una sartén o un vaso de cristal si están hechos del mismo material que pretendemos recoger?"

Mitjans  denuncia que: "el problema es que el modelo de separación actual no es intuitivo porque no obedece a la lógica de lograr recoger el máximo de materiales reciclables, sino de minimizar los costes privados de los envasadores. Un vaso, una maceta, una sartén, un juguete de vidrio, plástico o metales son reciclables, se pueden reciclar y se reciclan si van a las plantas de tratamiento, pero los envasadores no quieren hacerse cargo de su coste y han decidido unilateralmente que estos productos deben enviarse al contenedor de rechazo (y posteriormente en vertederos e incineradoras)."

 

 

 

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