(Planeta Recicla) Las nuevas tecnologías también están al servicio de la recogida selectiva de los envases, ya que una nueva aplicación informática permite optimizar las rutas y así ahorrar costes.
La Comunidad Valenciana ha puesto a disposición de los ayuntamientos una herramienta informática que les permitirá mejorar la gestión de la recogida de los contenedores amarillos y azules, y así lograr una optimización del servicio que prestan a sus ciudadanos.
La herramienta consiste en un “simulador” que permite planificar las mejores rutas de los camiones de recogida y así ahorrar en combustible y en tiempo. Además, de esta forma se puede alcanzar la máxima eficiencia en la capacidad de carga del camión de recogida. Esta aplicación ha sido desarrollada por Ecoembes y la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma de Valencia.
Este simulador es de uso gratuito y se puede descargar en la web de la Consellería. Los usuarios deberán solicitar por correo electrónico una clave, y en 24 horas se les facilitará el nombre de usuario y las claves para comenzar a utilizar el servicio.
Entre los valores que se pueden introducir para determinar cómo recoger de forma más eficiente los contenedores amarillo y azul en un término municipal se encuentran el tipo de carga del camión (superior, carga lateral o carga trasera), el tamaño del contenedor, los tamaños de los vehículos o si la recogida es municipal o supramunicipal.
La consellera valenciana de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, destacó en la presentación de esta nueva herramienta que “con esta aplicación los ayuntamientos diseñarán la recogida selectiva adecuándola a las particularidades de sus municipios, lo que permitirá un ahorro económico al optimizar los recursos necesarios y aumentará la eficacia en la recuperación de envases ligeros y papel y cartón al mínimo coste”.
A través de esta aplicación se podrán calcular los costes reales asociados al servicio, lo que puede ayudar a la transparencia de precios; es decir, aquella política de precios que refleje la totalidad de los costes de gestión de los residuos, según afirma la consellera Isabel Bonig.
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